En su intento de pasar página, tras ser exculpada por la jueza de dopaje y de suministrar fármacos sin receta, Marta Domínguez volvió a pasar un mal trago. Lo que pretendía que fuera un rosario de sensaciones y sentimientos después de ocho meses se convirtió en una tensa comparecencia en la que la atleta palentina se negó a aclarar asuntos oscuros incluidos en el sumario. Como si creyera que la prensa escenificaba un juicio, la campeona del mundo de 3.000 metros obstáculos se revolvió y optó por el silencio. "Jamás he hecho nada malo y no tengo nada que temer. Quien quiera imaginar otra cosa, que lo haga. Que investiguen lo que quieran", declaró Marta, que se pone como meta los Juegos Olímpicos de Londres.

Acompañada por su abogado, José Rodríguez, la atleta compareció en la sede del Comité Olímpico Español (COE) durante 50 minutos ante cerca de medio centenar de periodistas. Con la sonrisa en el rostro, deslizó lo que había sentido desde que fue acusada de suministrar sustancia prohibidas. "No tengo nada que esconder. No puedo decir que no he sufrido, pero lo peor ha sido que mi familia lo haya pasado mal. Voy a seguir adelante. Soy fuerte porque los valores del deporte me han ayudado a llevar mejor todo esto. Ahora quiero recuperar la forma, recuperarme de mi embarazo y preparar los Juegos Olímpicos lo mejor que pueda", declaró Domínguez.

Después de esa exposición llegaron las preguntas. Pese a la petición del moderador de no profundizar demasiado en asuntos relacionados con el sumario, llegó la batería de cuestiones, la mayoría referidas a puntos poco claros. Marta cambió la sonrisa por un rictus de tensión cuando se le pidió que aclarase la conversación, al parecer en clave, con el atleta Alberto García sobre algunas sustancias para "limpiarse por dentro". "Hablábamos de aminoácidos y no lo hacíamos en clave. Si hubiera tomado algo prohibido, hubiera salido en los controles", dijo la atleta.

Y llegó la cuestión principal de la comparecencia: la bolsa de sangre aparecida en el sumario de la operación Puerto con el nombre de Urco, que curiosamente coincidía con el del perro que tenía el marido de la atleta. Ahí Marta no encontró argumentos. "No voy a contestar a tu pregunta. No quiero otro juicio paralelo. ¿Yo Urco? Soy Marta Domínguez. No te puedo explicar esa coincidencia", añadió Marta.

El relevo de esa pregunta lo tomó un periodista italiano, que insistió con el mismo argumento. "Mi marido ha tenido perros, pero no quiero hablar de ese tema", sentenció Domínguez. Luego, el abogado de la atleta intentó rebajar la tensión y apuntó que cuando se resuelvan los recursos pendientes, "nos plantearemos emprender acciones legales porque caben demandas por daños al honor".

Marta tampoco encajó que la relacionaran con Eufemiano Fuentes, el médico imputado en la operación Puerto. "Le conozco porque me lo presentó su mujer. Tengo su teléfono, pero también tengo el de Rajoy o el de David Bisbal", anadió Marta, que respondió a las acusaciones de la prensa internacional: "Que trabajen para ellos y que dejen en paz a España".