Hace unos años, Óscar Pereiro, vencedor del Tour del 2006, bautizó a Cadel Evans como El garrapata porque ñhicieras lo que hicieras el ciclista australiano no se soltaba". Se enganchaba --y sigue haciéndolo-- a la rueda del favorito que consideraba más peligroso para sus intereses en el Tour y subía a su estela. Atacar, lo que se dice atacar, no figura en su reglamento. Pero, descolgarse, lo que se dice descolgarse, tampoco forma parte del testamento de un corredor que comenzó con el mountain bike y del que dicen está un poco ido porque cuando era pequeño le dio una coz un caballo.

Evans ha estado a punto de ganar dos Tours. Curiosamente, pasa por ser un perfecto especialista contra el crono, pero en las dos ocasiones que ha podido llegar vestido de amarillo a París no ha sabido sentenciar la carrera en la última contrarreloj. No lo hizo ante Contador en el 2007 y acabó segundo. Idéntico panorama se le repitió en el 2008 y solo pudo aplaudir a Sastre, instalado en la segunda plaza del cajón de París.

¿Cómo soltar a Evans? Es la cuestión que debe resolver Contador, ya que el australiano se aventura como un contrincante mucho más firme en la pelea por el jersey amarillo que los hermanos Schleck. Hasta ahora ha actuado a la perfección. Él no atacará porque cree que Voeckler caerá como fruta madura. Y, en el peor de los casos, si el francés aguanta su ventaja de 1.18 minutos que tiene ahora hasta la contrarreloj del sábado, difícilmente podrá mantenerla después de haber recorrido los 42,5 kms.

Evans lleva todo el Tour corriendo con su particular calculadora en la cabeza. Solo hay un ciclista que le ha roto los esquemas. El único que sabe que lo puede soltar en ascensos de más de 20 kilómetros. Es Contador, evidentemente, porque Evans sabe que cuando revienta lo hace de verdad: ni maillot amarillo, ni podio, ni nada de nada. ñSé que debo estar atento a Contador --dijo ayer--. Tengo una buena ventaja en la general y debo administrarla. Por esta razón, debo vigilarlo. Me gustaría llegar a la contrarreloj final con cinco minutos de ventaja, pero como no será posible, mi intención es controlar mi ventaja".