Y al quinto día, España se bajó del podio. Canadá le rebañó el bronce en el último minuto con un ejercicio excepcional en combo (10 nadadoras). No es un drama ni desluce la actuación del equipo español en Shanghái, pero sí arruina el plan previsto de lograr las siete medallas en juego.

Parecía que la competición seguía el guión habitual. Rusia se llevaría el oro y China, la plata. España acometió el mismo ejercicio de combo artístico que le valió el único oro en los pasados Mundiales de Roma, en 2009. Es una representación acuática del himno setentero Starway to Heaven de Led Zeppelin, con las piernas de las nadadoras simulando enérgicas baquetas de tambor. Pero el efecto sorpresa se había disipado y las españolas cometieron varios errores en la sincronización. Los fallos se explican por el cansancio acumulado tras cinco días de competición y los escasos entrenamientos dedicados. El asunto hubiera sido leve si Canadá, que actuaba la última, no hubiera bordado su ejercicio con el Bohemian Rapsody de Queen.

Por su parte, el saltador Javier Illana se clasificó en el último momento para la final de trampolín de tres metros de hoy. El madrileño consiguió en la última de las seis rondas avanzar hasta el 12° puesto, que sirve tanto para la final como para ir a los Juegos. "Ha sido un éxito", dijo Illana, que espera saltar mejor en la final, fuera de presión.