Jorge Lorenzo (Yamaha), que parece decidido a vender muy cara su renuncia al título mundial de MotoGP, liderará esta noche (23.00 horas, TVE-1) la parrilla de salida del GP de Estados Unidos, que se disputa en el popular y revirado circuito de Laguna Seca, en California. Ayer logró, de forma espectacular y muy decididamente, su segunda pole position de la temporada tras la conseguida en Estoril (Portugal). El campeón de la categoría reina demostró su coraje, su solidez y, sobre todo, su enorme decisión por mantener vivo el campeonato (está a solo 15 puntos del australiano Casey Stoner) al sobreponerse a un espectacular accidente sufrido cuando ya había concluido el ensayo matinal.

Lorenzo, que ya había cruzado la meta y dado por finalizado el primer entrenamiento del sábado, hizo un amago de salida para probar sus sensaciones y para ello quitó el control tracción de su Yamaha M1. Al llegar a la curva cinco, abrió gas a mitad del giro y la rueda trasera no asimiló tanta potencia, despidiendo al mallorquín por las orejas. Lorenzo voló unos metros y aterrizó sobre el asfalto, golpeándose duramente todo su costado derecho. "Me siento muy feliz, he tenido muchísima suerte. Creí que me había roto la cadera o el fémur derecho", señaló el líder de Yamaha.

Lorenzo (1.21.202 minutos), que logró uno de los mejores tiempos del fin de semana en el primer minuto del entrenamiento oficial que decidía la parrilla, fue dueño y señor de los ensayos de principio a fin. Fue el piloto que más vueltas dio en 1.21 alto, perseguido muy de cerca, eso sí, por un irregular Stoner (Honda, 1.21.274) y un sólido Dani Pedrosa (Honda, 1.21.385).

Valentino Rossi (Ducati) sigue a más de un segundo de los mejores mientras que Héctor Barberá (Ducati) partirá desde la octava posición. Álvaro Bautista (Suzuki) ocupará la 12ª plaza de la parrilla y Toni Elías (Honda) ocupará, de nuevo, la cola del pelotón.