Carlos Cabezas vestirá la próxima temporada la camiseta del CAI Zaragoza. Salvo sorpresa de última hora, el base malagueño no tenía previsto presentar ayer ninguna oferta formal en la Liga ACB --el plazo del derecho de tanteo concluyó a medianoche--, por lo que desde hoy se considerará válida a todos los efectos la formulada por el club aragonés el pasado 2 de julio. "Carlos tiene tres o cuatro ofertas, pero no quiere utilizar el derecho de tanteo para forzar al CAI a una mejora económica", explicó ayer a este diario su representante, Germán González.

Cabezas lleva quince días entrenándose con un preparador físico personal para empezar la pretemporada en las mejores condiciones posibles ya que, según su agente, se encuentra con muchas ganas de continuar en Zaragoza y "muy motivado" para realizar una gran campaña, con mayor contiunuidad de la que pudo disponer la pasada por culpa de las lesiones.

La continuidad de Cabezas en el equipo de José Luis Abós es la llave que permitirá al club completar la plantilla. Con el malagueño, al CAI le faltan dos piezas, un escolta polivalente y un cuarto pívot, y una de ellas deberá cumplir los requisitos del nuevo cupo. Con Cabezas y Aguilar, el CAI ya tiene dos de los cuatro jugadores de formación obligatorios y el cuarto ocuparía la undécima ficha de la plantilla. El equipo aragonés tiene ya ocho jugadores con contrato para la temporada 2011-12.

MENOS FICHA Es la segunda campaña consecutiva en la que Carlos Cabezas se ve incluido en el derecho de tanteo. El pasado mes de octubre fue el Unicaja el que utilizó esta herramienta que ofrece la ACB a los clubs después de que el base hubiera salido del Khimki ruso a principios del verano y no se decidiera por ninguna oferta hasta una vez empezada la competición. El CAI Zaragoza logró entonces hacerse con sus servicios por una ficha que rondaba los 300.000 euros. Al incluirlo ahora en el tanteo, el club aragonés le ha ofertado el 70% de ese salario --el mínimo es el 60%--.

Carlos Cabezas llegó al CAI Zaragoza en la cuarta jornada de la pasada Liga y, tras superar un periodo de adaptación y puesta a punto en plena competición, vio frenada su progresión con una rotura fibrilar en la pista del Valencia, en el primer partido que había saltado a la cancha como titular. En enero se interesó por él el Caja Laboral, que necesitaba un base, pero el posible traspaso se quedó en nada cuando Cabezas sufrió la fractura de un metacarpiano de la mano derecha durante un entrenamiento. Las lesiones marcaron su rendimiento el pasado curso. Ahora tendrá uno entero en Zaragoza para intentar recuperar el nivel que le llevó a ser internacional.