Llega la gran cita. Es la referencia en el calendario nacional de carreras por montaña. Todo está preparado para que se dé mañana a las 8.00 horas el pistoletazo de salida a la Trail Aneto by Trangoworld. La competición, que organizan No Limit y la Asociación Turística Valle de Benasque, desborda los superlativos. La denominada Vuelta al Aneto cuenta con 96 kilómetros, con 5.950 metros de desnivel y 250 participantes. Los mejores llegarán a meta después de 13 horas de gran esfuerzo.

El fin de semana contará con tres competiciones. Junto a la Vuelta al Aneto, a las 11.00 horas comienzan Las 2 Caras del Aneto. En 67 kilómetros se sube el Collado de Ballibierna (2.728 metros) y el Puerto de la Picada (2.477 metros) con 3.870 metros de desnivel positivo y a las 14.00 horas arranca en la Avenida de lo Tilos de Benasque el Maraton del Aneto, 42 kilómetros y 1.950 metros de desnivel subiendo y bajando el Puerto de la Picada.

La carrera ya ha alcanzado su mayoría de edad. Este año bate el récord de participación con 1.100 inscritos. "Hace un mes y medio cerramos las inscripciones. Hemos tenido un crecimiento controlado", explica Nil Bohigas, el director técnico de la carrera. Un gran porcentaje son españoles. "Y unos 200 son aragoneses. Pero tenemos corredores de Francia, Andorra, Portugal, Inglaterra, Suráfrica, Bélgica, Holanda y Suramérica".

Este esfuerzo largo y duro por la naturaleza salvaje tiene cada vez un mayor número de adeptos. "Es cuestión de gustos y de objetivos personales. La semana pasada visité la Monegros Desert Festival en Fraga y el perfil del participante no tiene nada que ver. Los retos difíciles y duros son más asequibles de lo que pensamos. Es cuestión de proponérselo y hacerlo. No hace falta de ser un superhombre", dice Bohigas.

La Vuelta al Aneto y Las 2 Caras del Aneto son dos pruebas de extrema dureza. Prueba de ello es que tan solo la disputan 250 atletas cada una de ellas. El Maratón es la más multitudinaria con 600 corredores. Para disputar la Vuelta al Aneto el aspirante debe tener una experiencia previa. "Hay que presentar un currículum de carreras de más de 50 kilómetros disputadas los tres últimos años. Transcurre por zonas aisladas, donde una evacuación sería complicada. Se recorren cuatro collados muy altos de más de 2.500 metros y esto requiere una gran experiencia", dice Bohigas.

La organización no señaliza la carrera y los fondistas toman como referencia los Grandes Recorridos, senderos marcados con señales rojas y blancas. La prueba es en autosuficiencia y en los controles no se les da líquidos, ni comida. "El agua es abundante en todo el recorrido. Pero hay asistencia médica, cronometraje y seguridad". La Vuelta al Aneto cuenta con 15 controles. "El primero está en Senarta. A continuación Coronas, Ballibierna, Llauset, el refugio de Conangles, el collado de Viella, Viella, el refugio de Hieles, el refugio de la Artiga de Lin, el Puerto de la Picada, el Hospital, los Baños de Benasque y Senarta", explica.

La seguridad

En cada uno de los controles hay personal de la organización y guardias civiles o bomberos, según si discurre la carrera por Aragón o Cataluña. Para Bohigas, lo más complicado de la Vuelta al Aneto es "coordinar a los numerosos voluntarios. No Limit moviliza 50 personas, hay otros 50 voluntarios de Benasque y el Valle de Arán, que son gente que se dedica a las acreditaciones y dorsales, y seguridad aporta otros 40 exponentes". Hay lugares muy conflictivos donde no se recomienda abandonar. "No es posible la evacuación en la bajada de Ballibierna hasta que se llega a Llauset y toda la parte de Salenques. Sólo se puede llegar a pie o en helicóptero", explica Bohigas.

Hay dos corredores que destacan sobre el resto. Uno de los favoritos es el leonés Salvador Calvo, que ganó la primera edición. Pero el año pasado se perdió. "Vuelve con la espina clavada. Otro corredor de nivel es Óscar Pérez", dice Bohigas.