Cesc Fábregas quiere marcharse del Arsenal y Arsène Wenger, su entrenador, entiende al jugador pero pone una condición: que el Barça pase por caja. Esa misma razón es la que esgrimió ayer el presidente del club londinense, Peter Hill-Wood, quien en el diario Daily Star afirmaba que ha llegado la hora de tomar una decisión final para desencallar el traspaso. "La pelota está en el tejado del Barça. Hizo una primera oferta de 30 millones y luego otra superior. Si quiere comprar al jugador, tiene que pagar el precio justo, y si nos fijamos en lo que se está pagando en otros lugares, no creo que lo que estamos pidiendo no sea razonable", aseguraba el máximo dirigente del club inglés.

Hill-Wood apremia al Barça a mover ficha lo más pronto posible ño podría perder al jugadorO. Por lo pronto, Cesc no es aún jugador del Barça pero el Arsenal, por ahora, tampoco puede contar con él. Una lesión le mantiene apartado del grupo desde que empezó la pretemporada. No fue a la gira por Asia, no estuvo en la estadía de Alemania y tampoco disputará la Emirates Cup, este fin de semana, en la presentación del equipo ante su afición.

"Es nuestro capitán y tenemos que estar seguros de que está centrado para estar con nosotros", dijo Wenger, que agregó que entiende la postura de su capitán porque "se encuentra entre dos sentimientos, entre los dos equipos que quiere".

Wenger, en sintonía con su presidente, también metió prisa al Barça para terminar con este culebrón que aparece en cartelera verano tras verano. "El futuro del jugador todavía no está resuelto y debería estarlo pronto", afirmó el entrenador del Arsenal. ¿Cuándo lo estará? Para Wenger el tiempo límite es hasta el 31 de agosto. Hill-Wood lo cerraría el lunes. El dinero sigue siendo el obstáculo para cerrar el acuerdo, como en la mayoría de los traspasos de la estrella de un equipo.