El RB7 inició la temporada a un nivel tan alto de prestaciones, con tal afinamiento, que apenas tiene margen de mejora, todo lo contrario que McLaren y Ferrari. El panorama es ahora de extrema igualdad, el mismo de Inglaterra y Alemania, el mismo que han dibujado los entrenamientos libres del Gran Premio de Hungría, donde Lewis Hamilton y Fernando Alonso comandaron la tabla de tiempos por delante de Jenson Button (McLaren) y de los Red Bull de Mark Webber y Sebastian Vettel. Ahora ese papel puede tocarle a Vettel, malhumorado todo el día, sin rastro de la sonrisa jovial exhibida durante meses. Puede que tenga que ver con una lesión en la mano derecha (la llevó vendada todo el día y trató de ocultarla) que su equipo trata de disfrazar. "Es un simple corte y muy pequeño", asegura su fisioterapeuta, aunque quien la ha visto dice que no existe tal corte. Es posible que, simplemente, asimile mal estar en plena lucha después de haber disfrutado plácidamente con un coche un segundo más veloz que el resto.

"No creo que esté preocupado. Sabe que con hacer cuarto o quinto en lo que resta de año será campeón. Con esa ventaja y conduciendo un Red Bull yo no estaría preocupado, Hamilton tampoco, Vettel no lo sé...", dice Fernando Alonso.