Ryan Lochte es el nombre de los Mundiales de Shanghái. En la piscina del Centro Oriental de Deportes aún se comentaba ayer la histórica final de 200 metros estilos del jueves, cuando se impuso a Michael Phelps y al traje de poliuretano.

El japonés Ryosuke Irie solo pudo tocar la pared más de un segundo después que el estadounidense. Una hora más tarde reapareció en la piscina con sus compañeros del 4x200 libre. Michael Phelps saltó el primero y no pudo imponerse a Paul Biedermann (Alemania) ni a Yannik Agnel (Francia). En los últimos metros le sobrevino la fatiga. Le sucedieron Peter Vanderkaay y Richard Berens

Cuando Lochte alcanzó el muro, tan sobrado a más de dos segundos de su perseguidor, nadie recordaba los apuros de los relevistas americanos anteriores.