El Madrid consiguió que Cristiano Ronaldo pudiera jugar el partido de ida de la semifinal de Copa, pero al parecer pensaba que los defectos de forma en el acta de Ayza Gámez dejarían la sanción en menos de los tres partidos de suspensión que ayer impuso el Comité de Competición al jugador: uno por su altercado con Iturraspe y dos por tocarse la cara repetidamente cuando abandonaba el campo. Salvo que el Comité de Apelación, al que recurrirá el club blanco, diga lo contrario, el portugués comenzará a cumplir la sanción este sábado contra el Villarreal y se perderá después los choques contra el Getafe y el Elche. Si el recurso tampoco prospera, el club pedirá la suspensión cautelar al Comité de Disciplina Deportiva (CEDD).

El club blanco se mostró sorprendido con la decisión de Competición de pedir a Ayza Gámez una aclaración al acta para que puntualizase si la expulsión de Ronaldo fue a causa del roce con Gurpegi o con Iturraspe. Sobre el gesto de menosprecio al cuarto árbitro, Competición explicó que ñuna acción dirigida hacia alguien no tiene por qué ser necesariamente constatada, apreciada o visualizada por su destinatario".