La XXVI edición de la Marcha Cicloturista Internacional Quebrantahuesos estuvo marcada a lo largo de sus 200 kilómetros por el frío, la lluvia y el viento, que obligó a abandonar a muchos de sus participantes. El primero en cruzar la meta de la Quebrantahuesos en la localidad de Sabiñánigo fue el francés Nicolás Roux con un tiempo de 5.50.26 tras recorrer los 200 kilómetros que serpenteaban por el Pirineo aragonés y francés, con cuatro puertos de montaña, algunos históricos del Tour de Francia como el Marie Blanque. Tras el galo llegó Ibon Garmendia, con 5.52.04. Tercero fue José Antonio Agullo, con 5.53.20.

En la prueba de medio fondo, el ciclista local Roberto Otín terminó en cabeza los 85 kilómetros con la ascensión al alto de Cotefablo como principal dificultad. Irene Montaner fue la primera mujer en acabar el recorrido.

En la línea de salida de la prueba de gran fondo se dieron cita 7.702 ciclistas de los nueve mil inscritos, mientras que en la Treparriscos, con 85 kilómetros de recorrido, arrancaron 2.120 deportistas. En la vertiente francesa, principalmente, las temperaturas tuvieron un carácter más propio del invierno que del comienzo del verano, con los termómetros rondando los cero grados.

El presidente de Aragón, Javier Lambán, destacó que la prueba "juega un papel fundamental para la promoción de Sabiñánigo, del Serrablo, la Jacetania, el Alto Aragón y en definitiva de Aragón, con 9 millones de euros de retorno". Lambán dio la salida junto al presidente de la PC Edelweiss, Fernando Escartín, además del presidente de las Cortes, Antonio Cosculluela; la consejera Marivi Broto; el presidente de la DPH, Miguel Gracia; y el alcalde de Sabiñánigo, Jesús Lasierra, a los que acompañaban los exciclistas profesionales Joseba Beloki, a quien se rendía homenaje, y Miguel Indurain.