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LA MONTAÑA EN ARAGÓN

El calendario de la vida

Eduardo Viñuales ha publicado el libro titulado SSLq365 días en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido’ H Es una sucesión diaria de bellas fotos de todo lo que rodea a este lugar del Altoaragón

El calendario de la vida

Ha sido la guinda al año del centenario del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Un clásico, un amante de este espectacular lugar del Pirineo aragonés como es Eduardo Viñuales ha firmado una obra de arte. Se titula ‘365 días en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido’. Se presentó el pasado sábado muy cerca del cañón de Añisclo, en la pequeña aldea de Vio. Después de la presentación los asistentes pudieron gozar de una acogedora hoguera.

En este libro se secuencian día a día los 365 días del año, cada uno de ellos con una hermosa foto. Las hay de paisajes espectaculares, flora, fauna, costumbres y meteorología. «Es una idea que tenía hace años. Me gusta mucho observar el devenir de la naturaleza, los pequeños acontecimientos que no son noticia, ni salen en los telediarios, pero que nos alimentan el alma a muchos naturalistas y montañeros. Ver que ha caído la primera nevada, que ha florecido el edelweis, observar el color del otoño. Estos acontecimientos no habían sido nunca recogidos en un libro del Parque Nacional de Ordesa en ese calendario de la vida del 1 de enero al 31 de diciembre».

El año pasado con motivo del centenario del Parque Nacional le dijeron a Viñuales desde este organismo que sería una buena idea publicarlo. «Me había tirado un poco a la piscina porque no tenía muchas fotos invernales. Al hacerme el encargo volví al parque y completé las imágenes que me faltaban». Es importante el apartado de los ciclos humanos vinculados con la naturaleza. «La recogida de la hierba, cuando los rebaños suben al puerto de Góriz o son empujados a la tierra llana cuando llega la nieve, las festividades como el carnaval, el paloteado de Torla...», explica.

Está equilibrado en imágenes de todo tipo y también geográficamente. «No solo se plasma Ordesa, sino también Añisclo, Escuain y Pineta y zonas limítrofes como la Peña Montañesa, la Pardina del Señor, el ibón de Bernatuara... También la alta montaña con los picos de Taillón, el Monte Perdido, la Brecha de Rolando. Todo aparece en el libro», indica.

Viñuales ha seguido un criterio muy fotográfico. «La fotografía es muy protagonista. Si había una buena imagen de un quebrantahuesos o una marmota, esa foto iba a misa». Su estructura es muy simple. «Cada mes está separado por una portadilla y hay una cita de personas vinculadas al parque. Se abre con una acuarela de Bernardo Lara. Cada día tiene una foto y un pie de foto bastante amplio de lo que estás viendo y lo interpreta», dice Viñuales.

La primera foto del 1 de enero es la entrada en el Parque Nacional. «Es una de las más sosas. Es una pequeña presentación. La despedida el 31 de diciembre es el final del día en el Espolón de los Esparrets, en las paredes de Pineta. Todo esto sucede desde hace miles de años para disfrute de todos nosotros». Para Viñuales, que ha escrito una cuarentena de libros, el último es «muy especial. Es muy visual, ha quedado muy bonito y los textos tienen mucha poesía. He intentado mostrar un tono más enfático que demuestre la gran admiración que tengo por este lugar», explica Viñuales.

De cada estación elige una foto. «De invierno una de la pradera de Ordesa el 1 de febrero. Estábamos cuatro personas allí y estaba todo blanco e inmaculado. De la primavera una foto de deshielo el 18 de mayo en el Ara y del verano el 10 de agosto con la cumbre del Monte Perdido. Por fin, del otoño me quedo con los colores de la Pardina del Señor el 26 de octubre».

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