La selección española masculina de fútbol volverá a La Romareda en el 2022, cuando se cumplirán 19 años desde la última vez que el combinado nacional absoluto jugó en Zaragoza (ante Grecia en partido clasificatorio para la Eurocopa del 2004). El compromiso de la Federación Española de Fútbol es firme y así se habría plasmado, incluso, en la última junta directiva del organismo presidido por Luis Rubiales, que ya ha alcanzado un acuerdo total con su homólogo en la aragonesa, Óscar Fle, para asegurar la presencia de España en el estadio municipal en una fecha todavía por concretar.

La vuelta de la selección responde a una petición realizada desde la propia Federación Aragonesa para celebrar su centenario el próximo año. Además, en el proyecto diseñado desde el organismo deportivo aragonés se incluye la posibilidad de que la selección sub-21 juegue en Huesca y que el combinado femenino absoluto lo haga en Teruel, también a lo largo del 2022.

La selección volverá seguro a Zaragoza, pero falta saber cuándo. Y no es sencillo encontrar fecha al tratarse, el 2022, de un año de Mundial, lo que se erige en el principal inconveniente para fijar ya una fecha de vuelta en una de las ventanas FIFA habilitadas en el calendario. Pero este no es el único obstáculo. El estado actual de La Romareda también juega en contra. Por eso, será necesario un lavado de cara riguroso para que la federación conceda el visto bueno a la disputa de un partido internacional en el estadio de la capital aragonesa. El Ayuntamiento de Zaragoza, que al igual que el Gobierno de Aragón ya estaría al corriente del acuerdo cerrado entre federaciones, asumiría las actuaciones necesarias para acondicionar el campo hasta un mínimo exigible para acoger el encuentro.

Pero hay más. Porque también existe el compromiso de que Zaragoza sería sede del Mundial 2030 en caso de que la candidatura formada por España y Portugal sea la elegida. Pero, eso sí, bajo la premisa de que La Romareda esté en condiciones. Y es ahí donde vuelve a surgir la voluntad política. En principio, todas las partes implicadas habrían mostrado una buena predisposición a acometer de cara a acometer la reforma de La Romareda, ya que su estado actual impide la celebración en su interior de cualquier evento internacional.