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El Atlético Ranillas impulsó el pasado fin de semana varias iniciativas contra el racismo.AT. RANILLAS

Fútbol regional

Competición salda los insultos racistas en el Utebo-Ranillas con solo 250 euros de multa y dos partidos de clausura para el equipo juvenil

La resolución da el partido como concluido con el resultado (4-1 para los locales) con el que se suspendió el choque

Polémica resolución del Comité de Competición de la Federación Aragonesa de Fútbol respecto al partido de Segunda Juvenil entre el Utebo y el Atlético Ranillas que se estaba disputando el 30 de octubre en Santa Ana y que fue suspendido en el minuto 69 por insultos racistas. La resolución publicada este jueves impone una multa de apenas 250 euros al Utebo y una clausura de dos partidos únicamente "en lo que se refiere a la participación del equipo de Segunda Juvenil grupo 1".

Asimismo, Competición da por concluido el partido con el mismo resultado (4-1 para los locales) con el que fue suspendido el partido y da traslado al Comité de Árbitros de la actuación del colegiado, Alejandro Esteban Gallego, que reflejó en el acta que "en el minuto 47 escuchó insultos racistas hacia un jugador visitante: “Puto chino, a ver cuándo abres el bazar” por parte de aficionados identificados con ropa del club local. Decido avisar al delegado del club local parando el juego para que dé aviso a la grada local. El delegado local avisa al presidente del club local, dando este las indicaciones a la grada, de animar al club y no meterse con nadie. En el minuto 69 con 49 segundos suspendo de manera definitiva el partido debido a que los insultos no cesan en esa zona de la grada, con indumentaria del club local, llegando a hacer “sonidos de mono” “oh oh oh oh”.

La resolución asegura haber tenido en cuenta que no le consta denuncia por la vía penal o administrativa, así como que "no ocurrió ningún incidente entre los jugadores y restantes actores intervinientes en el desarrollo del encuentro sobre el terreno de juego" y considera al Utebo como "autor de la infracción" que tipifica "la pasividad en la represión de conductas violentas, xenófobas e intolerantes" a pesar de que "en un primer momento cumplió con la orden del árbitro de conminar al sector de la grada donde provenía el insulto racista de que cesaran en su actitud" aunque "no es menos cierto que posteriormente ha actuado pasivamente, puesto que ni cuando escuchó los sonidos que menciona el colegiado realizó gestión alguna para recriminar y expulsar a los autores de la instalación deportiva, ni posteriormente ha identificado a pesar de haber sido requerido para ello por este órgano disciplinario".

Malestar en Ranillas

El director deportivo del Atlético Ranillas, Jorge Pérez, considera la sanción “bastante insuficiente” y prepara ya un escrito de rechazo a una resolución sobre la que la entidad estudiará la presentación de un posible recurso. “Teníamos una oportunidad de oro para marcar una línea roja en torno a lo que es permisible en un campo de fútbol, pero, en lugar de una sanción, esto parece una justificación y una normalización de este tipo de situaciones”, lamenta. En este sentido, Pérez se confiesa “triste” y anuncia un acto de protesta silenciosa que se llevará a cabo el fin de semana a través de un parón de dos minutos del equipo juvenil antes de su partido, algo que estudiarán extrapolar al resto de conjuntos del club” con el objetivo de “dejar de normalizar estas cosas, tal y como la resolución parece reflejar”.

Jorge Pérez (director deportivo del Ranillas): “Teníamos una oportunidad de oro para marcar una línea roja, pero, en lugar de una sanción, esto parece una justificación y una normalización de este tipo de situaciones"

En el Utebo, por su parte, acepta la sanción y entiende que al Ranillas le pueda parecer insuficiente. “Digamos lo que digamos acerca de si nos parece justa o no, se puede entender mal. Lo importante es que estamos creando un protocolo centrado en que la palabra racismo no existe en el club, sino respeto hacia todos: jugadores, árbitros y resto de personas”, afirma Alfonso Orcajo, presidente del Utebo, que asegura que el club no ha podido identificar al autor o autores de los insultos. “No hemos podido llegar a saber quién ha sido pero, aunque lo hubiésemos sabido, no iba a salir su nombre a la luz por la propia seguridad del infractor”, expone. 

Alfonso Orcajo (presidente del Utebo): "No hemos podido llegar a saber quién ha sido pero, aunque lo hubiésemos sabido, no iba a salir su nombre a la luz por la propia seguridad del infractor”

Apenas unas horas después del incidente, el Atlético Ranillas explicó en su comunicado que el equipo afectado, su juvenil B, es un grupo del que se siente especialmente orgulloso por los valores que comparte y transmite con la entidad, al estar formado por jugadores y técnicos de ocho nacionalidades distintas. "Creemos que son situaciones lo suficientemente graves como para desde estas líneas emitir un comunicado de repulsa absoluta por los hechos acaecidos y ponernos de frente con toda la honestidad del mundo ante lo que consideramos un ataque injustificado e impropio de una sociedad como la que nos ocupa", señaló el club.

"El árbitro ya refleja en la primera parte que hay insultos procedentes de un grupo que identifica como otro equipo del club local. Eran los que habían jugado el partido anterior. En la segunda parte tiene que suspender el partido porque se escuchan los sonidos simiescos que, por desgracia, tan de moda se pusieron en el fútbol español", relató a este diario Pérez. En primera instancia, el colegiado notificó la situación al delegado de campo y el presidente del Utebo se dirigió al grupo que profería los insultos para pedirles que acabaran con esa actitud.

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