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Resultados financieros

CAI aumenta su beneficio neto el 4,6% durante el primer semestre

Caja Inmaculada (CAI) cerró el primer semestre del 2003 con un beneficio neto de 23,8 millones de euros (3.960 millones de pesetas), con un incremento del 4,6% respecto a junio del pasado año. Los resultados, que el presidente de la entidad, Fernando Gil, calificó de "satisfactorios", se han logrado gracias al aumento de la actividad y a la contención de costes, en un entorno de tipos de interés en mínimos históricos y volatilidad de los mercados.

Gil presentó ayer, junto a los directores adjuntos Tomás García y Antonio Hernández, los resultados semestrales de la entidad aragonesa, que arrojan un volumen total de negocio administrado de 11.697 millones de euros, el 9,5% más que en el mismo periodo del 2002. Las inversiones crediticias también han crecido a buen ritmo (4.441 millones de euros y un 13,7% más).

El ahorro de clientes administrado por la caja creció el 9,7% hasta los 4.793 millones de euros. Destaca el aumento tanto de los depósitos de ahorro tradicionales (cuentas corrientes, libretas y plazos fijos) como de los fondos de previsión y pensiones. Los últimos datos del Banco de España sobre cuotas de mercado en Aragón muestran un avance de CAI. Así, la entidad captó el 21,9% del aumento en los créditos y el 28,8% del incremento en los acreedores del sector privado. Con estas cifras, la caja ganó 0,6 puntos de cuota.

Dentro de la cuenta de resultados, el margen de intermediación --diferencia entre ingresos y gastos financieros-- alcanzó los 73,5 millones de euros, con un ligero avance del 1,2%. El crecimiento de volumen de negocio con clientes permitió superar el efecto negativo de la reducción de diferenciales y de tipos de interés en los mercados financieros, explicó Tomás García. El aumento de las comisiones netas y del resultado de las operaciones financieras hicieron que el margen ordinario alcanzase los 91,3 millones de euros (+5%). Por su parte, el margen de explotación o típico de la actividad bancaria creció el 6,1% hasta los 38,9 millones de euros. CAI cerró el semestre con una tasa de morosidad del 0,4%, una de las más bajas del sector financiero. Los responsables de la CAI confían en que el crecimiento se mantenga a final de año.

El presidente de la caja se refirió a la expansión exterior y afirmó que "CAI mantiene el principio de ser una caja aragonesa". Sin embargo, aclaró que "sin tener una estrategia definida, si tenemos clientes en otra región con necesidades de apoyo y sale fuera, nosotros tenemos la obligación de seguir a nuestros clientes". Por este motivo, la caja ha abierto oficinas en Salou, Cambrils e incluso en el Puerto de Santa María (Cádiz). Gil no descartó ampliar la implantación fuera de la comunidad "por cuestiones de servicio".

La entidad participa actualmente en 57 empresas y tiene invertidos 91,8 millones de euros. CAI ha creado una sociedad de capital riesgo para apoyar proyectos. Pese a las advertencias del Banco de España sobre las participaciones industriales, Gil afirmó que "es parte de nuestra actividad apoyar a las empresas".

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