El consejero aragonés de Economía, Hacienda y Empleo, Eduardo Bandrés, criticó ayer "el permanente cuestionamiento" a las cajas de ahorro por parte del Gobierno central en los últimos dos años y reclamó un mayor consenso con las comunidades autónomas para favorecer el desarrollo de estas entidades. Bandrés hizo estas declaraciones coincidiendo con la inauguración de las II Jornadas sobre la Singularidad de las Cajas de Ahorro , que culminan hoy en Zaragoza, dedicadas al Código del Buen Gobierno para las Cajas .

El titular de Economía lamentó que "la proliferación de advertencias y cambios legales ha sido marca de la casa del Gobierno central en un devenir errático y sin un horizonte claro de futuro", ya sea sobre su libertad de decisión en las estrategias de sus participaciones empresariales, de su forma de afrontar una mayor transparencia o de organizar su propio sistema de autogobierno.

Las cajas de ahorro, agregó el consejero, "no son empresas públicas ni pueden ser el brazo financiero de la política económica de los gobiernos regionales", pero las "interferencias del poder central aprobadas sin el suficiente consenso territorial no hacen ningún favor a la definición de un campo de juego adecuado para el crecimiento de las cajas y el desarrollo de sus funciones sociales".

El Gobierno de Aragón, según Bandrés, quiere ejercer sus competencias para dotar a las cajas aragonesas del "mejor marco institucional para que puedan estar muchos años en la primera línea del sistema financiero español y generar un dividendo social cada vez mayor".