El vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, Rodrigo Rato, prevé una moderación en los precios de las viviendas durante los próximos meses, una vez que la recuperación de los mercados financieros reste presión al sector inmobiliario.

En una entrevista publicada ayer en El Periódico de Cataluña , Rato destacó el hecho de que en España las hipotecas sean las más baratas de Europa, a pesar de que llevan "tres o cuatro años" creciendo al 20%.

Según sus datos, la riqueza neta en España se ha doblado entre 1996 y el 2002 debido al sector inmobiliario y a la bolsa, al tiempo que las familias ya tienen un nivel de endeudamiento similar a los de otros países de la OCDE.

Por lo tanto, los consumidores "van a ser más sensibles a las evoluciones de los tipos de interés y de la bolsa", explicó el ministro, quien adelantó que "la recuperación de los mercados financieros, que ya se empieza a ver, restará presión al sector inmobiliario".

A esta recuperación deberá sumarse el hecho de que "hay creación de empleo, reducción de impuestos, mejora de inflación y moderación del consumo", con lo que, en general, se da "una mejora de las condiciones de ahorro de las familias".

Sobre el escaso porcentaje de viviendas en alquiler en España, Rato descartó que la solución pase por medidas fiscales, puesto que "de cada dos euros que reciben los arrendadores, uno ya está exento" de tributación, con lo que "no hay ninguna actividad con un tratamiento tan agresivo y, sin embargo, no se han producido cambios". En su opinión, "el problema está más en la seguridad jurídica", pero, "en estas cuestiones, los cambios legislativos no producen efectos inmediatos".

Respecto a la reciente subida de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra, Rato dudó de que se trate de una medida indicativa de un próximo cambio de tendencia en la Unión Europea.

De hecho, el ministro considera que "no hay ningún dato que indique que se esté agotando el ciclo" y recuerda que en España la demanda interna crece al 3,3%, por lo que, si el comercio exterior empieza a recuperarse, la economía puede aumentar al 3% el año que viene.

En su opinión, el factor de la productividad aparente --relación entre el producto y el número de personas necesarias para hacerlo-- no debe formar parte del "cuadro de mando de la economía española", tal y como plantea el PSOE, porque España "no se puede permitir el lujo" de crecer sin crear empleo. "El 2003, desde el punto de vista de los equilibrios de la economía va a acabar mejor que empezó, con un superávit del 0,5% del PIB, con un buen mantenimiento del empleo y con menor tensión en los precios".

Por lo que se refiere a este último factor, el vicepresidente económico explica que desde hace varios meses hay 0,9 puntos de diferencial con el resto de la zona euro, algo que considera "mantenible", puesto que, después de ocho años de expansión, "es lógico que tengamos tensiones de oferta más fuertes que Francia y Alemania".

"Es más llamativo que Alemania, con crecimiento cero, tenga una inflación del 1,2%, que nosotros, con un crecimiento del 2,3%, tengamos un IPC del 2,6%".