El ministro alemán de Economía y Trabajo, Wolfgang Clement, consideró que "hoy fue un buen día para Alemania" por el acuerdo alcanzado entre los sindicatos y Opel para garantizar la supervivencia de sus fábricas. El acuerdo "es otro ejemplo excelente de que directivos de empresa y sindicalistas pueden practicar una política industrial que promete éxitos", declaró el ministro, quien insistió: "Espero que esos ejemplos hagan escuela en situaciones críticas como la de Opel, y no sólo en empresas tan grandes", dijo Clement. "Este acuerdo de futuro demuestra que Alemania, como fabricante de automóviles, no debe temer a ningún competidor. Con un proceder cauteloso por parte de todos los implicados, no hay ninguna obligación irresistible de deslocalizar puestos de trabajo de gran valor en Alemania", concluyó. El presidente del comité de empresa, Klaus Franz, insistió en que las medidas acordadas afectan también a los directivos de la marca.