La sequía no figuraba entre los temas que, en la reunión de ayer en Madrid, iban a tratar la ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Elena Espinosa, y el consejero de Agricultura y Alimentación de Aragón, Gonzalo Arguilé. Pero no hubo más remedio. Tras el encuentro, el consejero afirmó que el Gobierno "será sensible" con los problemas de escasez de agua que sufre Aragón, y que también castigan a comunidades como Castilla y León, Galicia y Extremadura. Este fenómeno también se ha extendido a países como Portugal.
A juicio de Arguilé, la ministra se mostró "totalmente receptiva" y consideró que el Gobierno central "no volverá la cara y responderá a las expectativas". Por lo pronto, las direcciones generales de ambas administraciones van a trabajar en adelantar unos meses el pago de la prima al ganado ovino y a la vaca nodriza, que se realiza tradicionalmente en octubre. "No habrá problema para que esto se lleve adelante", indicó Arguilé.
Dada la dimensión de la sequía --una de las más virulentas de los últimos 30 años-- la ministra de Agricultura está remitiendo constantemente informes sobre la situación a la Unión Europea (UE). Y es que, de continuar la ausencia de lluvias sería necesaria la implicación de la Comisión Europea, el MAPA y las comunidades autónomas.
Uno de los problemas que se plantean es la capacidad financiera del Ministerio de Agricultura, puesto que el fondo desde donde salen las ayudas es utilizado para paliar los efectos del alza del gasóleo o las heladas, entre otros. "De esos fondos queda poco dinero", trasladó Espinosa a Arguilé. En cualquier caso, las ayudas no podrán articularse hasta que las comunidades afectadas realicen una evaluación final de los daños y comprueben el nivel de aseguramiento de los cultivos.
El consejero aragonés reconoció que "era optimista hace dos meses, pero ahora se viene abajo el optimismo y hasta las previsiones meteorológicas que anunciaban lluvias se diluyen". Con este panorama, Arguilé pronosticó que "si no llueve en un mes será una catástrofe".
