Los trabajadores de Casting Ros en Utrillas (Teruel) aceptaron ayer, en las asambleas celebradas en la factoría, el preacuerdo sobre las condiciones laborales al que llegaron la dirección de la compañía y el comité de empresa en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA), tras más de 20 horas de reunión. En concreto, votaron un total de 315 empleados y, finalmente, se impuso el sí por tan sólo 28 votos de diferencia, con lo que se pone fin a la huelga, que estaba convocada en los días de Semana Santa y durante los fines de semana y festivos, según informaron fuentes sindicales.

El acuerdo alcanzado en el SAMA, según el presidente del comité de empresa, Mariano Secanella, establece un calendario de seis días de trabajo y tres festivos de descanso para tres grupos y se trabajará un fin de semana de cada tres. Además, la empresa fijará un mínimo de 20 festivos fijos al año y habrá flexibilidad en otros seis festivos. En cuanto a sábados y domingos trabajarán en la empresa dos grupos en períodos de 10 horas que en salario les contabilizará como diez horas y media, informó Efe .

Secanella indicó que gracias a la intervención del SAMA se ha conseguido el mantenimiento del acuerdo sobre vacaciones y festividades flotantes y que el comité de empresa podrá elegir cinco festivos al año en fechas señaladas.

Este preacuerdo, explicó Secanella, contó con el apoyo de todo el comité formado por 6 representantes de CCOO, 6 de UGT y 1 de USO.

AMENAZA DE CIERRE PATRONAL La iniciativa de mantener un encuentro en el SAMA partió de UGT y fue secundada por más del 50% de los trabajadores. Desde las diez de la mañana del martes y hasta las siete de la madrugada de ayer se desarrolló la negociación, con la amenaza de cierre patronal y una huelga convocada en el horizonte.

De hecho, los paros ya se efectuaron los días 12 y 13, 19 y 20 de marzo y también estaban previtos para los días de Semana Santa --fechas en que se realizan las fundiciones por ser la energía eléctrica más barata--.

El conflicto tenía como objetivo que la empresa negociara el calendario laboral de los fines de semana, ya que el acuerdo pactado para el período 2003-2006 había sido "roto unilateralmente por la dirección, que pretendía cambiar los turnos de trabajo de fines de semana alternos a tres de trabajo y uno de libranza en contra del pacto vigente", apuntan los sindicatos.

En la factoría de Casting-Ros, empresa que se dedica a la fabricación de piezas de fundición para automoción, trabajan alrededor de 480 personas.