La tienda Ikea de Zaragoza está de rebajas, pero en el empleo. El centro ha reducido entre un 30% y un 40% la plantilla desde que abrió sus puerta en Puerto Venecia, hace casi cuatro años (mayo del 2007). De los 400 trabajadores iniciales ha pasado a un horquilla de 250 a 300, apuntan fuentes sindicales y de la plantilla consultadas por este diario. Según reconoce la compañía oficialmente, a 31 de diciembre del 2010, había 291 empleados, una cifra bastante inferior en estos momentos ya que el dato ofrecido era en plena campaña navideña.

Buena parte de la plantilla es a tiempo parcial, una modalidad de contrato que ha proliferado. En concreto, al cierre del pasado año el 60% de los trabajadores era a tiempo parcial. También ha disminuido el personal fijo, aunque sigue habiendo una amplia estructura de trabajadores indefinidos: el 73% del total, según los datos facilitados por Ikea.

Como en todas las grandes superficies, el número de trabajadores de Ikea Zaragoza es muy variable a lo largo del año, registrando las mayores puntas para Navidad y verano. Pero al margen de esos vaivenes, el volumen de personal ha descendido de forma paulatina año tras año, mediante la no renovación de contratos. Es la misma estrategia que ha llevado a cabo la empresa en todos sus tiendas en España. Según estimaciones de UGT a nivel estatal, la multinacional sueca perdió en torno a 1.200 empleos en el 2009, sin contabilizar los puestos generados por nuevas aperturas.

Fuentes de la plantilla consideran "desproporcionado" el ajuste de empleo, que lo atribuyen a la "política de ahorro de costes" de la empresa. Lamentan que esto ha repercutido en una sobrecarga de trabajo. "Hacemos el doble y nos exigen cada vez más", apunta una trabajadora, que como todos los testimonios recabados no da su nombre por miedo a represalias. "Se han disparado las bajas por estrés y ansiedad, y también las contracturas", añade otra.

Otros trabajadores destacan la perdida de motivación. "La gente al principio venía con muchas ganas, estaba muy volcada, ahora no", apunta una joven empleada. Ante esta situación, muchos han optado por abandonar la empresa por su propia voluntad. Así las cosas, aseguran que más de una cuarta parte de los que empezaron ya no trabajan en la tienda.

Desde las federaciones de comercio de UGT, CCOO y OSTA no dudan en calificar la caída de la mano de obra como un "ERE encubierto", una practica que están aplicando todas las grandes cadenas, según corroboran.

EXPECTATIVAS DE FUTURO "Desde su inauguración la tienda --de Zaragoza-- ha ido ajustando sus necesidades de personal a las circunstancias del consumo en la región", justifican desde la multinacional sueca. Ikea no aclara si sus ventas han bajado o no, pero todo apunta a que el centro de Puerto Venecia está en mejor situación que en su primer año de vida. Entonces era casi el único negocio abierto en el parque comercial de los montes de Torrero y ahora está rodeado por un nutrido número de enseñas. De cara al futuro, tanto la empresa como la plantilla confían en que la apertura al completo del complejo y el futuro barrio anexo permitan recuperar empleo.

Un ejemplo claro del estado de plantilla es el comité de empresa. De los 13 delegados que fueron elegidos, hoy solo la mitad está en activo (cinco de Fetico y uno de UGT). El resto ha abandonado la empresa o están de baja o en excedencia. La deserción de los sindicalistas es una tónica en otros centro de España, segun fuentes de UGT a nivel estatal, que censuran asimismo el "cambio de actitud" que ha tenido Ikea hacia los sindicatos de clase.

Fuentes del comité lamentan la pérdida de personal pero destacan el "buen trato" de la compañía en relación al sector comercial, sobre todo en cuestiones de formación y seguridad laboral.