El Fondo Monetario Internacional (FMI) culpó ayer a la lentitud e indecisión de los gobiernos de la zona euro en diseñar y aprobar el segundo plan de rescate de Grecia del agravamiento de la crisis de la deuda pública, que está castigando a España e Italia. El contagio de la crisis griega a otros países de la zona euro es fruto de la "falta de solución europea a un problema europeo", destacó el jefe de la delegación del FMI que examinó la aplicación del programa de ajustes de Irlanda, Ajai Chopra.

Esta indecisión europea es aprovechada por las agencias financieras de calificación de riesgo (rating) para seguir degradando el valor de la deuda pública y de los bancos de la zona euro. Fitch rebajó ayer al nivel bono basura (B-) la deuda de los cuatro principales bancos griegos, después de haber degradado la víspera al nivel de casi insolvencia a la deuda pública griega (CCC), haciendo caso omiso de las duras críticas de las autoridades europeas.

"El FMI espera una rápida clarificación y aplicación de las medidas previstas" para el segundo plan de rescate de Grecia, precisó Chopra, en la conferencia de prensa conjunta con la delegación de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo (BCE) tras el examen de Irlanda.

DESPEJAR INCÓGNITAS "Es crítico despejar con rapidez las incertidumbres creadas por la falta de una respuesta europea a esta crisis", insistió el representante del FMI, en referencia al bloqueo del segundo plan de rescate griego por la paralizante discusión interna europea sobre la contribución de la banca y los inversores privados al mismo, exigida por Alemania y Holanda y a la que se opone el BCE.

España, Italia, Irlanda, Portugal y otros países de la zona euro están sufriendo una degradación del valor de su deuda en los mercados internacionales por culpa de la falta de "una respuesta política coherente y coordinada" de la zona euro a la crisis griega, subrayó Chopra.

La cancillera alemana, Angela Merkel, reiteró que la cumbre de la zona euro sólo podrá celebrarse cuando exista un consenso sobre el nuevo plan griego.

El Eurogrupo está negociando una combinación de medidas para que los bancos contribuyan al nuevo plan, para reducir el volumen de la deuda griega mediante el canje o la recompra de bonos devaluados, para consolidar la banca griega y para impulsar una rápida recuperación económica.