La mayoría conservadora italiana aprobó ayer en el Senado un plan de ajuste presupuestario que hoy recibirá el visto bueno del Congreso y que inicialmente era de 41.000 millones de euros en tres años pero que ha sido ampliado hasta los 79.000 millones. Los primeros afectados, ya desde el próximo lunes, serán los ciudadanos de las clases más bajas y los inversores en bonos y depósitos, mientras que la clase política sale casi indemne de los recortes. Los partidos de la oposición han contribuido a la rapidez de la aprobación no presentando enmiendas ni solicitando debates "por responsabilidad hacia el país", según señalaron.

Una de las principales medidas es la introducción del copago sanitario. A partir del lunes, todos los pacientes italianos pagarán 10 euros por cada visita a un médico especialista y 25 euros si acuden a urgencias sin que sea necesario. Mientras, las pensiones más altas sufrirán recortes variables: del 5% por encima de los 90.000 euros brutos anuales, y del 10% sobre los 150.000 euros anuales, mientras que las pensiones superiores a los 2.341 euros mensuales serán excluidas de las revalorizaciones automáticas (IPC).

El plan también introduce el pago de una tasa sobre los depósitos bancarios: 34 euros por debajo de los 50.000 euros; 70 euros hasta los 150.000, y 1.100 euros para los superiores a 500.000 euros. Los directivos de las empresas cotizadas en la bolsa pagarán el 10% de las primas, y las tasas sobre la gasolina y el gasóleo se mantendrán, lo que supondrá unos 2.000 millones de euros. Además, las autonomías, diputaciones y municipios podrán vender las empresas de servicios que controlen, evaluadas en 30.000 millones.

JUBILACIÓN MÁS TARDÍA Los 79.000 millones de euros del plan de ajuste también incluyen reducciones fiscales, algunas aún por definir (existen casi 500 exenciones fiscales). El plan prevé eliminar buena parte de estos beneficios a partir del 2013, entre ellos las ayudas a las familias con hijos, las deducciones por educación, jardines de infancia, rehabilitación de vivienda y las exenciones a las oenegés.

Además, se anticipa del 2014 al 2013 el alargamiento de la edad para jubilarse y los trabajadores que hayan cotizado durante 40 años deberán esperar un mes más para jubilarse en el 2012, dos meses en el 2013 y tres meses en el 2014. Para los políticos, se limita el uso de los vuelos de Estado, salvo a los presidentes del Gobierno, de la República y de las Cámaras Baja y Alta. También se fija un tope de cilindrada de 1.300 centímetros cúbicos para los coches oficiales. También con exención de los altos cargos mencionados.

En su versión definitiva, el plan de ajuste prevé 3.000 millones de euros en recortes este año, 6.000 millones en el 2012, 25.000 millones en el 2013 y 45.000 millones en el 2014. En el 2013 habrá elecciones generales, si el Ejecutivo conservador no cae antes. "El lunes el Gobierno debe dimitir", pidió la oposición frente a un Silvio Berlusconi que sigue guardando silencio y que, según escriben algunon diarios italianos, está tramando sacarse de encima al ministro de Economía, Giulio Tremonti. Y es que, según apuntan los rotativos le acusa de haberle estropeado el "país feliz" que antes parecía Italia.

Tremonti indicó ayer que el trabajo de los grupos políticos italianos no termina este jueves y apostó por introducir en la Constitución una "regla de oro" que exija el equilibrio de cuentas, objetivo que pretende alcanzar en el 2014.

"Hoy en Europa hay una cita con el destino: la salvación no llega desde el sector de las finanzas, sino desde la política. Pero la política no puede cometer errores, también porque es como con el Titanic: no se salvan ni siquiera los pasajeros de primera clase", afirmó Tremonti.

El Tesoro italiano colocó ayer 2.965 millones de euros en bonos, aunque a un coste muy alto: los bonos a 15 años se pagaron al 5,90%, el interés más alto desde la introducción del euro.