La crisis del pepino afectó, al principio, muy poco a Aragón. La comunidad no suele cosechar este tipo de alimentos. O, en su defecto, sus producciones son insignificantes en comparación con otros territorios, como es el caso de Andalucía. Sin embargo, los agricultores aragoneses están padeciendo ahora de lleno las consecuencias económicas de la crisis provocada por la bacteria E. Coli. Es el caso de los melocotones rojos y las nectarinas, de las que Aragón es, junto a Cataluña, uno de los mayores productores de Europa. Alimentos cuyo consumo ha descendido más de un 50% con respecto al año pasado, según indicó ayer el responsable de frutas y hortalizas de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA), Vicente López.

"La crisis del pepino duró solo 10 días, pero nosotros llevamos un mes y medio padeciéndola", explicó, con lo que, según el miembro del sindicato agrario, el sector se encuentra en "una situación catastrófica, la peor en los últimos 25 años". López aseguró que, aunque la alerta sanitaria está solucionada, la desconfianza hacia los productos hortofrutícolas frescos (sobre todo, españoles) sigue estando muy presente fuera de nuestras fronteras. Y, como consecuencia, las exportaciones hacia algunos países europeos, como Francia o Reino Unido, se han reducido drásticamente.

A este notable descenso en el volumen de ventas se le une que la producción ha crecido (un 10% en el caso de ambos productos), con lo que hay una gran cantidad de estos alimentos en estoc. "Se nos están saliendo los melocotones por las puertas" de los almacenes, dijo.

DESCENSO DE PRECIOS Además de la reducción del consumo, los agricultores también tienen que lidiar con un descenso de los precios en origen tanto del melocotón como de la nectarina. Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD), el kilo de melocotones le cuesta al consumidor 5,3 veces más de lo que cobra el agricultor cuando lo vende (0,46 euros por kilo en origen, mientras que en destino se paga a 2,44). La nectarina, por su parte, tiene un diferencial campo-mesa del 5,9. Es decir, el cliente final paga casi 6 veces más por el kilo de nectarinas que lo que cobra el que lo sembró (0,50 euros por kilo en origen, 2,95 en destino).

"La fruta no se está vendiendo en Europa, se está subastando", se quejó López. Tanto es así que, según el miembro de UAGA, muchos agricultores se están planteando muy seriamente "no recoger sus cosechas", porque el dinero que van a percibir se quedará "muy por debajo de los costes de producción" y, de esta forma, "prácticamente ni merece la pena recolectar".

El sector hortofrutícola aragonés genera un volumen de negocio de alrededor de 340 millones de euros al año y 11.000 puestos de trabajo.