Los 8.200 bancos y cajas de la Unión Europea (UE) deberán reforzar su capital y sus provisiones por un importe global de 460.000 millones de euros de aquí al 1 de enero del 2019 para cumplir con la nueva directiva sobre capital, presentada ayer por la Comisión Europea. El proyecto legislativo incorpora los acuerdos internacionales de Basilea III para reforzar la solvencia y evitar que se reproduzca en el futuro una crisis financiera como la iniciada en el 2007-2008, que ha requerido unos ayudas públicas a la banca de más de 2 billones en la UE.

Las entidades financieras deberán tener un mínimo de un 10,5% de capital y provisiones respecto al valor total de sus activos ponderados en función de su riesgo. El volumen mínimo de acciones deberá pasar del actual 2% al 4,5% de los activos, para sumar con las reservas clásicas un 8%. La nueva normativa incluye además un colchón adicional de capital del 2,5% de los activos a nivel general y otro de provisiones fijado en cada país por el supervisor nacional, que también podrá imponer capitalizaciones suplementarias en función de los riesgos.

Las entidades que no respeten las nuevas normas de buena gestión bancaria podrán ser sancionadas con multas de hasta el 10% de su cifra anual de negocios.