La crisis económica española va para largo y el próximo escenario político que le tocará al país será menos contemporizador con los poderes públicos. Josep Piqué, presidente del Círculo de Economía y de la compañía aérea Vueling, vaticinó ayer ese entorno político será más complicado que el actual: "La crisis (en España) ha ido en paralelo con una escasísima conflictividad y poca tensión en la calle. El próximo escenario político no será así: habrá más tensión, habrá conflicto".

En una conferencia pronunciada en Los Coloquios de Primera Plan@, Piqué atribuyó ayer esa mayor conflictividad a dos factores. Por un lado, "pasa el tiempo y se acaban las prestaciones de desocupación, se acaban los recursos y mucha gente se encontrará en situación desesperada". Y, por otro, al papel que se espera de los sindicatos. "Veremos cómo algunos de los agentes sociales, que en estos últimos tiempos han tenido una actitud pasiva que no se correspondía con una situación de cinco millones de parados, tendrán una actitud muy diferente". Sin mencionarlo, Piqué dio por hecho que los sindicatos mantendrán una actitud más beligerante al producirse un cambio de signo político en el Gobierno. Esta fue la referencia más política que realizó en su intervención, más allá de responder a una pregunta directa sobre si pensaba volver a la política activa, quizá como ministro. No dijo que no. Tampoco lo afirmó. La respuesta fue una ambiguo: "He pasado 14 años en política. Eso es mucho tiempo".

El resto de la intervención se centro en una repaso a la situación económica española, europea y mundial, aunque desde un punto de vista más estratégico que técnico. En este sentido, planteó que mientras que la mayor parte del mundo habla de la crisis económica en pasado, "nosotros, los españoles, hablamos de la crisis en presente, e incluso a veces nos descubrimos hablando de la crisis en futuro. Esto va para largo. El principal problema de la economía española es como recuperamos el crecimiento y la ocupación que hemos perdido en los últimos años".

En el repaso que realizó de la situación española recordó que las características singulares del modelo español provocó que la burbuja inmobiliaria castigara a la economía española más que a la de otros países.

REFORMA LABORAL Piqué se refirió a la reforma laboral como uno de las vías para recuperar la normalización de la economía española. En este punto hizo un guiño a la CEOE al plantear la implantación de un contrato único, que es una de las propuesta de la patronal durante las discusiones de la negociación colectiva. "Hace falta un contrato único que rompa la dicotomía entre los que tienen contratos indefinidos y los que no tienen ningún derecho". Añadió que debe acabarse con la segmentación y con la indemnización progresiva.