Caixabank se estrenó ayer con la presentación de sus primeros resultados trimestrales. El nuevo banco de La Caixa, al que ha traspasado toda su actividad financiera, además de las participaciones en bancos extranjeros y en Telefónica y Repsol, ganó entre enero y junio de este año un total de 833 millones de euros. Esta cifra representa un incremento del 11% y supone un punto de inflexión después de varios trimestres consecutivos con caídas del resultado debido a la política de aumentar el colchón de las provisiones.

El banco, presidido por Isidre Fainé, empezó a cotizar el pasado 1 de julio, tras desaparecer Criteria de la bolsa. CaixaBank registró un margen de intereses, que es la diferencia entre lo que se ingresa por los intereses y lo que se paga por la remuneración de los depósitos, de 1.543 millones de euros, con un descenso del 17%. Esta caída se compensó con un fuerte incremento de las comisiones (+13,7%), la contención de los gastos y los resultados extraordinarios por la venta del 50% del negocio de SegurCaixa Adeslas a Mutua Madrileña.

En el primer semestre, la entidad ha obtenido plusvalías extraordinarias netas de 463 millones por esta operación. Además, CaixaBank ha realizado saneamientos extraordinarios netos por valor de 332 millones de euros, con dotaciones para insolvencias adicionales a los calendarios establecidos por la normativa aplicable y el registro de los gastos derivados del proceso de reorganización.