El holding Blue Rain Corporation-Dataga Internacional sondea otras alternativas en Aragón para desarrollar un megaparque logístico industrial, que contempla la ubicación de mil empresas y la creación de hasta 12.000 puestos de trabajo. No obstante, fuentes de la compañía reconocieron ayer que las 1.240 hectáreas situadas junto a la Plataforma Logística de Zaragoza (Plaza) --entre el aeropuerto de Zaragoza y la autovía de Madrid y con conexión ferroviaria-- ha sido siempre la primera opción. De hecho se trata de los últimos suelos correspondientes al término municipal de Zaragoza antes de adentrarse en La Muela. Pero la firma tiene plan B y también C que, no obstante, prefirieron omitir.

Las dificultades para cerrar la compraventa de las 1.240 hectáreas de terreno (12 millones de metros cuadrados), propiedad de la familia San Román a través de la inmobiliaria Sanedi, obliga al holding a analizar otras alternativas para el macroproyecto, dirigido a que Aragón se convierta en la puerta de entrada al resto del mundo para todo tipo de productos chinos, tal y como adelantó ayer este diario.

PRIMERA FASE: LOS TERRENOS La primera llave para el desarrollo de la operación es la compra de terrenos. En este sentido, algunas de las claúsulas que se han negociado con la familia San Román se han convertido en un obstáculo. Tras arduas negociaciones entre Blue Rain Corporation y la familia San Román se acordó la venta de los terrenos por unos ocho euros por metro cuadrado, según pudo saber este diario de fuentes cercanas a la operación. Todo estaba cerrado a falta de unos flecos, pero el acuerdo se antoja complicado, aunque no imposible, matizaron desde Dataga. Fuentes del entorno de la familia San Román reconocieron a este diario que "el propietario no obtendrá plusvalías", ya que "esas parcelas costaron entonces algo más de 8 euros por metro cuadrado", señalaron. Y parece ser que la letra pequeña y las condiciones de la venta han enquistado la operación. Sin embargo, lo que parece claro es que Aragón es visto con muy buenos ojos por los inversores chinos.

UNA DÉCADA La familia San Román adquirió esos terrenos en el año 2002, a través de la inmobiliaria Sanedi. Entonces desembolsó en torno a 18 millones de euros por las 574 hectáreas de Acampo Bergua, ubicadas entre los límites de la Base Aérea, la autovía de Madrid y el campo de golf de La Peñaza hasta llegar a los límites del término de La Muela. Unas decenas de hectáreas --las situadas entre el AVE y la Base-- fueron revendidas a la DGA por una cuantiosa suma para la primera ampliación de la plataforma logística.

Quizá ha pasado mucho tiempo desde el año 2002, más del que hubiera deseado el propietario para la venta del terreno, ya que el Gobierno de Aragón tenía prevista la ampliación de la Plataforma Logística de Zaragoza, precisamente, en esa gran porción de suelo. Pero la crisis económica y el desplome de la demanda enterró dicho proyecto en algún cajón del departamento de Obras Públicas y Urbanismo del Gobierno de Aragón.

OTRAS SALIDAS Además, Sanedi ya intentó construir un barrio residencial junto a Plaza, a través de esos terrenos. Este proyecto fue denominado Ciudad logística y contaba con el apoyo de la DGA. Precisamente, en los terrenos en los que ahora se iba a levantar el megaparque. Sin embargo, entonces, el alcalde Juan Alberto Belloch rechazó una recalificación y cualquier tipo de proyecto relacionado con el ladrillo más allá de los límites del cuarto cinturón

La operación consistía en la construcción de miles de pisos al suroeste de Pla-Za. El proyecto incluía un centro de I+D, hoteles, un campus tecnológico e incluso se ofertaba construir un medio de transporte masivo: un monorraíl entre esta miniciudad con el centro y la Margen Izquierda.

El caso es que, hoy por hoy, los terrenos están ocupados por agricultores con los que se ha firmado un contrato de 15 años (quedan todavía 12 años) para la explotación agrícola de los suelos. Y parece que, de momento, el destino de esa parcela no va a cambiar

La compra de terrenos ha ido ligada en los últimos años al modelo económico de España. Lo que en su día fue un negocio redondo se ha tornado, en muchos casos, en cargas imposibles de tener salida en el mercado. Una de las bolsas de suelo son precisamente esas 1.240 hectáreas.