El fabricante de hormigoneras y cisternas Serviplem aplicará por tercer año consecutivo un expendiente de regulación de empleo (ERE) de suspensión para toda la plantilla, compuesta por unos 130 trabajadores, de los que más del 90% pertenecen a su fábrica del polígono Malpica. Este tercer ajuste, que ya ha sido aprobado por el Ministerio de Trabajo, supone una prolongación del anterior y responde a que las perspectivas del sector de la construcción siguen siendo poco halagüeñas.

La suspensión de los contratos será por un periodo de 150 días por trabajador a lo largo de un año, pero de esta cifra se restarán los días consumidos en el anterior ERE, que se ejecutó de forma parcial (también era de 150 días) gracias a un leve repunte de la actividad de la empresa, propiedad de Telcon, una joint venture formada por Tata Motors e Hitachi.

El ajuste ha sido pactado entre el comité y la dirección de la empresa, gracias a la mediación de la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Aragón que logró consensuar a las partes. El acuerdo está ligado al compromiso de Serviplem de no efectuar ningún despido individual ni colectivo, así como al pago puntual de las nóminas y al abono de una serie de retrasos vinculados al convenio provincial del metal. De igual forma, las partes acordaron posponer la negociación para actualizar las tablas salariales hasta que mejore la situación de la empresa, según fuentes sindicales.

Las condiciones económicas son las mismas que el anterior expediente, es decir, un complemento de hasta el 87% de los salarios y del 100% de las pagas extraordinarias.