El consumo sigue estancado. Lo constata Gas Natural a través de la evolución de las ventas de electricidad, que se han visto afectadas por una climatología adversa que ha reducido el uso de los aires acondicionados en lo que va de verano. La compañía presentó ayer sus cuentas hasta junio, que recogen unos beneficios netos de 822 millones de euros, el 3,6% menos que en el mismo periodo del año pasado. En la evolución de estos resultados ha influido la menor presencia de plusvalías que hace un año, al haber finalizado ya el proceso de venta de activos ligado a la integración de Unión Fenosa.

A diferencia de la actividad eléctrica, la gasística presentó durante la primera mitad un perfil más positivo vinculado a un cierto tirón de las ventas al sector de la construcción y ceramista, según explicó ayer a los analistas el consejero delegado del grupo, Rafael Villaseca. El resto de la industria tampoco registró grandes crecimientos. Las cifras se apoyan en las actividades reguladas y la contribución creciente del negocio gasístico internacional. Gas Natural señala que los resultados en un "contexto macroeconómico exigente" validan su modelo de negocio con "equilibrio" entre ingresos regulados y mercado liberalizado en gas y electricidad y la presencia internacional.

Por negocios, las ventas por distribución de gas en España cayeron el 2,6% por las ventas realizadas de activos para cumplir con las condiciones impuestas por la comisión Nacional de la Competencia. Las de Latinoamérica aumentaron el 1,1%. En electricidad, las ventas por distribución en España aumentaron el 1,4% y la producción creció el 5%.

Villaseca defendió que la retribución de las renovables se acomode a la situación de la economía y reiteró que su apuesta es por las tecnologías más maduras, como la eólica. También destacó la importancia de aprobar los nuevos pagos por capacidad, con los que se retribuye la disponibilidad de centrales de gas (ciclos combinados), que actúan de colchón cuando no se puede producir con renovables.