No es la puerta de salida de un aeropuerto ni un hospital. Es Oro Direct, firma especializada en la venta de lingotes y placas de oro. "Tenemos lista de espera porque el crecimiento de la demanda ha dejado a los proveedores sin estocs", afirma Marta Domínguez, directora de operaciones de la compañía.

Es una situación que se ha convertido en normal en las últimas semanas de turbulencias e incertidumbres financieras. Con el recrudecimiento de la crisis de la deuda pública y las dudas sobre un posible impago de EEUU se han multiplicado las peticiones de oro, uno de los activos vistos como refugio en etapas inciertas, que penalizan por ejemplo a la bolsa. El inversor opta por los bienes tangibles, por algo que poder tocar.

Récords históricos

La demanda se ha disparado como sucedió en octubre del 2008 con la debacle del banco de inversión Lehman Brothers y el consiguiente estallido de la crisis financiera. Otro momento de eclosión fue el verano pasado, con las primera noticias sobre la crisis griega. Ahora se produce una nueva fase de la fiebre del oro, que se refleja en una cotización que marca récords históricos en los últimos días. Esta semana se movió en torno a los 1.610 dólares la onza en el mercado de Londres.

Según Domínguez, a pesar de los niveles récord, "mucha gente se anima a comprar oro cuando percibe que la situación económica es mala. Las previsiones son que seguirá subiendo". No es de extrañar que Oro Direct multiplicara en el 2010 sus ventas por 10. "Con 1.000 euros se puede obtener muy buena rentabilidad", afirma. En los últimos cinco años, el ritmo de revalorización anual es superior al 20%. El año pasado fue del 35%.

Se trata de un activo físico --el único que al ser adquirido no está cargado con el IVA porque se asimila a una divisa-- que protege contra la inflación y que mantiene "el valor intrínseco". Esta empresa vende desde chapas de un gramo, que ayer costaban 63 euros, hasta lingotes. Estos tienen varios pesos y el mayor es de un kilo. A última hora de ayer se vendía a 36.997 euros.

Si no se compra una gran cantidad se puede guardar en casa o si no, en la caja de un banco con un coste de unos 150 euros anuales, explica Domínguez. El proveedor de Oro Direct es la firma suiza Argor-Heraeus, uno de los mayores del mundo y a partir de cuya producción se fijan los precios a escala mundial. Estos días, afirma Domínguez, está agotando sus estocs. Y la suerte es que no todo procede de la producción minera, ya que un tercio del mercado es reciclaje de oro. Si no, la escasez sería mayor.