Un total de 59,7 de cada 100 megavatios (MW) consumidos en España el domingo a las dos de la madrugada se generaron con viento. A pesar de este hito, la industria eólica atraviesa momentos delicados. El sector no descarta la pérdida de unos 15.000 empleos, la mitad de los existentes, que se sumarán a los más de 10.000 desaparecidos desde el 2009 por falta de un marco legal que aclare el horizonte para invertir a partir de 2013 y que mantiene casi paralizado el ramo.

Además, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quería aprobar antes del 20-N un decreto que recortaba el 40% las primas que percibe el sector. Tras las presiones del PSOE, ha dicho que no dará un paso sin pactar con el sector.

Pero eso es imposible, pese a que Industria, que antes se jactaba de la potencia española en renovables, ha hecho cambios. Pero apenas variarían los efectos. De una rentabilidad de entre el 8% y el 9% anual se pasaría al 4,8% o 5,3%, con lo que "es más atractivo invertir en bonos públicos" y los bancos no financiarían más que el 30% o 40% de los proyectos frente al 80% actual, según Heikki Wollstedt, director de Políticas Energéticas de la Asociación Empresarial Eólica (AEE).

El presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), José María Vélez, recordó hace unos días que el sector hace tres años ya intuyó "que debía defenderse". Vélez se refería a las críticas al régimen de primas de Gas Natural o Iberdrola, ambas también activas en el sector de las energías renovables.

Ante una regulación "mala" la industria eólica prefiere negociar con el nuevo Gobierno. Si es del PP, su apuesta es por "un mix equilibrado" con "todas las energías existentes y las capacidades disponibles", según su programa electoral. El sector asume que su problema no será una de las prioridades del nuevo Ejecutivo, pero trabajará para que lo sea.

En el 2009 se empezó a notar el impacto de la falta de una regulación que sustituya a la que vence en el 2012 y que debería fijar las reglas de juego a partir del 2013. Esa incertidumbre ha hecho que el peso del sector eólico en la economía haya pasado del 0,40% del PIB (40.000 millones) en el 2008, su punto más álgido; al 0,28% en el 2010 (28.000 millones) y con tendencia la baja.

Los últimos cambios planteados por el ministro de aumentan de 55 a 60 euros por MW y hora la renta mínima anual y de 12 a 20 años el tiempo de percepción.