La empresa aragonesa Libelium ha creado, en colaboración con investigadores de IBM Research-Zúrich, un kit que permitirá acelerar el desarrollo de aplicaciones en el internet de las cosas, un concepto que hace referencia a un mundo en el que los objetos de consumo cotidianos (como productos alimenticios, libros, ropa...) tienen dispositivos que los conecta con la red.
El producto, denominado Internet of Things Started Kit, salió el pasado lunes al mercado y está dirigido a desarrolladores, ingenieros e investigadores que quieran avanzar en este nuevo ámbito que todavía está verde. Su precio oscila entre los 1.500 y 2.500 euros (dependiendo de la versión) y está compuesto por la plataforma de sensores inteligentes Waspmote de Libelium y el sistema operativo Mote Runner de IBM, un software específico para pequeños dispositivos que se pueden embeber.
La joven firma zaragozana lleva ya dos años trabajando en este proyecto con el gigante tecnológico. "IBM se fijó en nosotros porque les pareció que teníamos la plataforma hardware más versátil y completa del mercado", destacó ayer Alicia Asín, que creó Libelium junto a David Gascón en el 2006.
INTERÉS DEL MERCADO Las aplicaciones de este kit son "infinitas", señala Asín. Según explica, lo más novedoso de este producto es que hasta ahora, en el internet de las cosas, la conexión siempre se hacia a través de pasarelas intermediarias y concentradores. Sin embargo, el kit desarrollado por Libelium e IBM permite hacerlo de forma directa. En concreto, el sistema se basa en el estándar 6LoWPAN, que permite a cualquier dispositivo o sensor conectarse directamente a internet, utilizando el nuevo protocolo IPv6, explica la multinacional en un comunicado.
Libelium se encarga de la comercialización de este producto, que ha despertado un importante interés en el mercado. "Esperamos vender las primeras 500 unidades en muy poco tiempo", asegura Alicia Asín. Esta firma ha creado una plataforma con más de 60 sensores inteligentes para las aplicaciones más variadas, desde la detección de incendios y el monitoreo de cultivos a la radiación de Fukushima.
