Los trabajadores de Cardinter exigen cobrar

Los trabajadores de Cardenal Internacional (Cardinter), empresa aragonesa de confección textil, volvieron a concentrarse ayer frente al Gobierno de Aragón para protestar por el impago, por parte de la dirección de la empresa, de las nóminas de siete meses, una situación "insostenible" para la plantilla, formada mayoritariamente por mujeres.

El pasado 16 de diciembre, y tras el incumplimiento por parte de la empresa del acuerdo alcanzado el 27 de noviembre en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) --en el que se comprometía a un calendario de pagos de las nóminas que venía adeudando--, los trabajadores decidieron iniciar una huelga indefinida. "La plantilla ya sufrió el año pasado un ERE de extinción que afectó, prácticamente, a la mitad de los empleados, han seguido atravesando situaciones complicadas y esto ha sido la gota que colma el vaso", señaló Carmen Martínez, secretaria general de FITEQA de CCOO Aragón.

La firma textil, en preconcurso de acreedores desde octubre, argumenta como motivo del retraso en los pagos la necesidad de refinanciar su deuda con los bancos. En este sentido, contará con el respaldo de Avalia en la operación siempre que primero haya un acuerdo con las entidades financieras, algo que parecía inminente tras las vacaciones de Navidad pero que se está dilatando hasta sumir a la plantilla en la "desesperación".