Abriendo el mal fin de año

"Las ventas no cesan" advertía a media tarde un analista muy consultado en las redes. Por una vez, sin que tenga muchos precedentes, la bolsa ha hecho honor al papel que le tienen asignado de anticipar todo lo bueno o lo malo que le puede ocurrir a la denominada economía real, la que produce, consume y paga impuestos. Desde el verano pasado, los augures en que se han constituido las decisiones de los bancos centrales, en especial la Fed y el BCE, anticiparon lo que se podía esperar del último trimestre, segunda mitad del semestre del 2014, que es como dividen el año los analistas.

Dejaron los bancos emisores tan por debajo los tipos de sus préstamos, acompañado de su disposición a comprar cualquier activo a cambio de dinero barato, que a la vez estaban anticipando que íbamos a tener un trimestre más que complicado hasta llegar al 2015. Han reforzado esta tendencia las sesiones del FMI en Washington y los mensajes endebles de los principales agentes económicos de la UE. Con estos mimbres, el cesto de la cosecha semanal de cotizaciones bursátiles solo puede recoger pérdidas. En el conjunto de los mercados de renta variable europeos, suman retrocesos del 5%. En Wall Street, apenas abierta la sesión a primera hora de la tarde de ayer, ya caía el 2%. Y eso que tanto en EEUU como en Europa aún no se conocían los resultados de sus principales multinacionales cotizadas correspondientes al tercer trimestre.

El Ibex 35 perdió ayer el 1,5%, que en acumulado semanal supone el 5% y deja el índice en 10.150 puntos.