Los hoteles de Aragón vuelven poco a poco a recuperar las tarifas anteriores a la crisis sanitaria, pero en el sector de los bares y la restauración se ha registrado un aumento de precios que, en algunos casos, puede ser permanente. Así se desprende de un estudio somero de la oferta existente a las pocas semanas de la autorización de la movilidad total entre provincias y comunidades.

«No hemos recibido ninguna denuncia por precios abusivos en los alojamientos de la comunidad aragonesa», certifica José Ángel Oliván, responsable de la Unión de Consumidores de Aragón (UCA). Sin embargo, explica que en la hostelería se registra una tendencia a fijar el precio de terraza, que siempre es más elevado.

No es una regla general, advierte Oliván, pero hay una tendencia a incrementar el coste de bebidas, tapas, raciones y comidas para compensar de alguna forma el descenso de la clientela y la reducción de las horas de apertura que ha traído consigo el coronavirus. La tardanza en la percepción de determinadas ayudas oficiales también ha podido influir

El sector, por otro lado, está empezando a salir de meses de incertidumbre (o de cierre total en el caso de los que carecen de terraza) y todavía sigue pendiente de recibir parte de las ayudas oficiales prometidas por las administraciones. «Creemos que esta subida en la hostelería cotidiana no tiene marcha atrás y que contribuirá a generar inflación», apunta el responsable de la UCA.

Búsqueda en línea

En el sector hotelero la situación es distinta. En particular en los grandes grupos que poseen establecimientos por toda España los precios oscilan a lo largo de la semana en función de la demanda en línea, con incrementos de varios euros por habitación conforme se acerca el fin de semana. Esta tónica también afecta al resto de alojamientos. «En el valle de Benasque los precios hoteleros se están manteniendo y ahora mismo son similares a los del año pasado», señala José María Ciria, de la asociación de empresarios turísticos de esa parte de la Ribagorza.

«Nos adaptamos a la demanda, pero el año pasado, al principio del verano, había mucha incertidumbre y los precios estuvieron más bajos de lo normal», explica el hotelero benasqués.

Jugar con el precio

«Aquí los precios no han subido, se mantienen», confirma Paco Coduras, que regenta el hotel Villa de Canfranc, en el valle del Aragón. En su opinión, también son los hoteles de los grupos con presencia en distintas localidades los que más juegan con el precio en función de la demanda.

Claro que una cosa es la comunidad aragonesa y otra el resto de España. Los aragoneses, que no han denunciado precios abusivos en su tierra, sí que han presentado quejas por las tarifas que se les aplican en hoteles y otro tipo de alojamientos de la costa mediterránea, así como en los alquileres de apartamentos, manifiesta José Ángel Oliván, de la UCA.

Los hoteleros temen el impacto del precio de la luz

Algunos hoteleros aragoneses temen el impacto que pueda tener el incremento del precio de la electricidad en los servicios que ofrecen a sus clientes. «Habrá que estudiar el impacto que causará la subida de la luz», señala Javier Cavero, propietario del hotel Suiza, en Bronchales, y responsable de la Asociación de Empresarios de Turismo de la Sierra de Albarracín. «Habrá que plantearse una subida», advierte. De momento, los huéspedes no han asumido todavía ese coste suplementario y los precios en la sierra de Albarracín, unas de las zonas naturales más frecuentadas de Aragón, se mantienen. «Nos movemos en precios de mercado, competitivos, desde hace ya dos años», asegura Javier Cavero. En otro extremo de Aragón, en las Altas Cinco Villas, la tendencia de los precios de los alojamientos es «en todo caso, a la baja, no al alza», subraya Felipe Díaz Cano, que regenta La Casa del Infanzón en Sos del Rey Católico y es presidente de la asociación de empresarios turísticos de la localidad cincovillesa. «No nos podemos permitir subir las tarifas», apunta. El hotelero informa de que una práctica común en el sector es «jugar con el precio en función de la situación», pero con un tope máximo, precisa, que hace que no se rebasen en ningún momento las tarifas existentes antes de la crisis sanitaria del coronavirus. Una de las principales causas de la contención (e incluso reducción) de los precios es la feroz competencia existente en el sector hotelero, que en las últimas décadas ha multiplicado su oferta en Aragón. «Hay una lucha comercial tremenda por atraer al turismo de empresa», afirma Felipe Díaz Cano.