Hace unos días, nuestros alumnos de sexto de Primaria y de primero de Secundaria tuvieron que ser visitados con carácter de urgencia por el Doctor Fiebre de la Fundación Theodora. Los síntomas eran evidentes: un ataque severo de risa aguda había visitado el Colegio San Vicente de Paúl de Zaragoza, con pronóstico reservado.

Inmersos en un recetario de ouyeahs y sed felices por narices, nuestros alumnos recibieron durante una hora un auténtico tratamiento de rock and roll por parte de uno de los más aventajados alumnos de la Universidad de Jajajarvard.

Rockandrrolearon y se rieron; pero también aprendieron qué significa para un niño no poder ir a clase con sus compañeros, salir de su casa o jugar con sus amigos porque se encuentra hospitalizado o en un centro especial.

Así, el Doctor Fiebre nos presentaba la labor que desempeñan desde hace más de diez años los Doctores Sonrisa de la Fundación Theodora. Magos, payasos, músicos, actores o cuentacuentos tratan de transformar y torcer a diario mediante una sonrisa la fría realidad de la ambulancia hospitalaria.

Nuestros alumnos fueron descubriendo cómo a través de esta tierna terapia de cercanía y positividad estos doctores «de la risa» trataban de desinflamar la zozobra que la enfermedad dejaba en estos niños y en sus familiares. Y a lo largo de esta hora, el Doctor Fiebre compartió su mundo balsámico con nosotros.

En él, descubrimos cómo una cosmología de burbujas, de cuentos fantásticos y chascarrillos, globos, tupés o de ouyeahs lograban sustituir momentáneamente el material médico y a algunos dolores. Quizá, aquellos que los niños logran reconocer con mayor facilidad: el miedo y la soledad ante lo desconocido.

Con el corazón dibujado en los labios y el recuerdo de una nariz roja amiga, queremos agradecer a la Fundación Theodora la labor que desempeñan sonrisa a sonrisa para hacer de éste un mundo más llevadero para todos los pequeños «impacientes». Gracias por vuestro paso por nuestro colegio.