Cuando empezó la pandemia, el objetivo de todos los países del mundo era aplanar la curva de contagios tomando medidas tan drásticas como confinar a la gente en sus casas. Un año después, con la llegada de la vacuna, la meta es conseguir inmunizar al mayor número de personas posible del coronavirus para poner fin cuanto antes a esta crisis sanitaria sin precedentes.

España comenzó a vacunar a la población frente al covid-19 el pasado 27 de diciembre. Teniendo en cuenta las vacunas disponibles y que son necesarios dos pinchazos con un periodo de varias semanas entre ellos, se creó una estrategia de vacunación donde se planifica el orden en el que los distintos grupos de población tienen que vacunarse. 

Las personas mayores que viven en residencias, el personal sanitario y los mayores dependientes que viven en sus casas fueron los primeros en recibir los esperados pinchazos. Después de estos grupos, el proceso de vacunación ha continuado con los mayores de 80 años y trabajadores esenciales, como docentes y policías, y se centra actualmente en los mayores de 60

Un 10% de la población totalmente inmunizada en Aragón

En Aragón, la campaña de vacunación está en marcha y "se ha conseguido inmunizar de manera completa a un 10% de la población mayor de 18 años, mientras que un 25% ha recibido la primera dosis", explica Luis Gascón, jefe de Servicio de Prevención de la Salud del Gobierno de Aragón y responsable de la campaña de vacunación en la comunidad. Sin embargo, este porcentaje queda todavía lejos del objetivo planteado de llegar al verano con un 70% de la población inmunizada

Fila de personas esperando para vacunarse en un centro de salud de Zaragoza. CHUS MARCHADOR

Según Gascón, "el ritmo de vacunación se basa, principalmente, en la cantidad de dosis disponibles". En este sentido, la comunidad ha puesto hasta la fecha 417.000 inyecciones, más del 90% de las dosis recibidas. La disponibilidad de vacunas se ha convertido en el cuello de botella que hace que el ritmo de vacunación sea más lento de lo esperado. Un retraso que se debe a varios motivos. 

El retraso en la entrega de las empresas farmacéuticas

Por un lado, la humanidad afronta la mayor campaña de vacunación de su historia, un desafío logístico y científico nunca antes realizado a escala mundial. Antes de la llegada de las vacunas, la Unión Europea firmó varios contratos con las empresas farmacéuticas que las fabrican para garantizar el suministro de este preciado medicamento a los habitantes de los países europeos. No obstante, desde la llegada de los primeros viales, se han producido retrasos en la entrega de las vacunas. Según Gascón, «el número limitado de vacunas que llega afecta a todos los países de Europa y ha complicado los planes de vacunación». 

El jefe de Prevención de Salud cuenta que "en Aragón todas las dosis que llegan cada semana se distribuye a los centros de salud de la comunidad, guardando un pequeño stock para las segundas dosis pendientes". El problema, según el responsable del plan, es que mientras empresas como Pfizer "han cumplido con las cantidades y plazos" de entrega de las dosis, otras como AstraZeneca han sido "imprevisibles".

AstraZeneca y Janssen, bajo sospecha 

Otra de las «dificultades añadidas» ha sido, precisamente, la paralización en España y en otros países europeos de la vacuna de AstraZeneca. Algunas personas que habían recibido la primera dosis de este vacuna presentaron unos inusuales casos de trombos. Un estudio de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que autoriza las vacunas que se administran en Europa, ha determinado que existe relación entre esta vacuna y los trombos detectados, sobre todo, en mujeres jóvenes.

Una dosis de la vacuna de AstraZeneca en manos de un sanitario. EL PERIÓDICO

Este informe ha llevado a «repensar la estrategia de vacunación» en países como el nuestro, indica Gascón. Ahora, la vacuna de AstraZeneca solo se administra a mayores de 60 años. Y lo mismo ha sucedido con la vacuna de Janssen, cuyas primeras dosis llegaron a Aragón la semana pasada.

La vacunación da resultados

Pese a los obstáculos, las dosis inoculadas hasta ahora ya han empezado a dar resultados. Los contagios y muertes en residencias de ancianos se han reducido un 95%. Uno de los grupos que están recibiendo ahora la vacuna son los mayores de 80 años y, entre ellos también se nota una bajada de la mortalidad y las hospitalizaciones.

El proceso de vacunación avanza con el objetivo de volver a la vida normal tras meses de restricciones. Según Gascón, Aragón ha respondido muy bien al desafío de la vacunación y mientras haya dosis, seguirá pinchando a pleno rendimiento. La comunidad tiene capacidad para poner 120.000 dosis de vacunas a la semana, aunque en la práctica se ponen muchas menos, unas 50.000, porque no hay suficientes. «Si podemos administrar entre 80 u 85 mil vacunas semanales, conseguiremos llegar al verano con el 70% de la población inmunizada», asegura el jefe de Prevención, que confía en que el número de dosis que llegan a la comunidad aumente en próximas semanas.

Una enfermera administra la vacuna a una profesional sanitaria, que se hace un 'selfie'.

¿Qué pasa con los jóvenes y las vacunas?

Los jóvenes tendrán que esperar para poder vacunarse del coronavirus, ya que hasta el momento ninguna vacuna ha sido probada en menores de 16 años. Según Luis Gascón, «ninguna de las vacunas para el covid-19 está indicada por debajo de esta edad». Solo la de Pfizer puede aplicarse a partir de los 16 años y la de Moderna, por encima de los 18. «Mientras no haya cambios en las fichas técnicas no podemos vacunar a este segmento de población» , advierte el responsable de la campaña de vacunación en Aragón.

La edad es el factor esencial para la protección de la población. A más edad, mayor riesgo de padecer casos graves de covid-19. «El impacto del covid-19 en jóvenes y adolescentes es inapreciable», asegura Gascón, que apunta que «tampoco se ha detectado que haya mayor transmisión del virus en los jóvenes que en otros grupos de población».