Hoy os voy a contar mi historia, cómo me secuestraron unos seres desconocidos y nadie me creyó ni me reconoció.

Era un jueves por la tarde sobre las 18.00 y las 19.00 horas, no lo recuerdo muy bien. Estaba en un parque despidiéndome de mis amigos, vi un brillo de color blanquecino y un poco azulado, me quise acercar para ver qué era y en un segundo sentí como que me caía, y me desmayé como por arte de magia. No sé exactamente cuánto tiempo estuve dormido, pero cuando me desperté vi a un ser con la piel semiazulada con cuatro brazos.

Estuvieron analizándome y experimentando conmigo, me metieron en una incubadora durante mucho tiempo, no sé si días, meses o años; ahí dentro sentía cómo me transformaba en un ser distinto al ser humano. Mi alimentación era posible gracias a que había un tubo de un material raro donde metían mi comida y podía ser alimentado. La comida que me daban estaba deliciosa.

Vi a uno de esos seres trayendo comida para alimentarme, unos cuerpos. Me percaté de que eran humanos; más exactamente mis amigos. Todo lo que yo había comido eran humanos y ahora me iba a comer a mis amigos, los trituraron y los metieron en mi tubo, después de eso juré que me iba a vengar de esos miserables seres.

Después de un tiempo pude escapar de la incubadora y asesiné a uno de ellos. Como ahora me parecía a ellos me pude infiltrar y matar a cada uno de ellos. Desgraciadamente me volvieron a capturar y me encerraron, otra vez en esa miserable incubadora.

Estaba empezando a olvidar a mis amigos y mi familia, ya casi no me acordaba de sus caras ni sus voces, todo era culpa de la incubadora y esos seres miserables.

Nadie me buscaba porque como no tenía casi tiempo, no hablaba casi con mis padres ni mis amigos por culpa de mi trabajo. No se preocupaban de que no diese señales de vida.

Estaba desesperado, no sabía qué hacer; pero de repente, como por arte de magia, conseguí volver a acordarme de todo. Pero estaba triste porque no sabía si volvería a ver a mi familia.

Esos seres se llamaban octizulesh, pensaron que ya estaba preparado para servirles como un mísero esclavo, tuve que fingir que era uno de ellos para poder escapar. Al final escapé pero no del todo porque estaba en un planeta que no era la Tierra. Aquí es donde me derrumbé y me eche a llorar porque ahora sí que no podía saber si volvería a ver a mis padres.

Y es aquí donde empieza mi historia...