ERC incorpora a Marta Rovira entre los negociadores para la investidura y abre debate interno tras el declive electoral

La dirección de ERC ya se ha puesto manos a la obra para tratar de negociar la investidura de Pedro Sánchez y ha designado los equipos que la encabezaran. Un diálogo que, básicamente, tendrá dos frentes. Por un lado, conseguir un nuevo acuerdo con el PSOE y Sumar que evite una repetición electoral y, por el otro, intentar tejer nuevas complicidades con Junts que permitan pactar un precio conjunto del independentismo a esta investidura.

De momento, sin embargo, la parte que más apremia a los republicanos es la que engloba la constitución de las Cortes, prevista para el 17 de agosto. Esta parte de las negociaciones las llevarán a cabo las caras visibles en el hemiciclo, Gabriel Rufián y Teresa Jordà, y Sara Bailac, por parte del Senado. Y tendrán como portavoz del equipo a la 'exconsellera' de Acció Climàtica. El objetivo será tener grupo propio, algo que el PSOE les habría ofrecido ya extraoficialmente.

Más pausadamente, para gestionar el contenido más estratégico y político de las conversaciones, entrarán en el terreno de juego algunos de los pesos pesados de la formación, encabezados por la secretaria general, Marta Rovira, y que contará con Juli Fernández, Josep Maria Jové y Marta Vilalta.

Unos perfiles de la dirección que ERC espera que sirvan para crear un "espacio estratégico" con los posconvergentes que permita definir las condiciones a Pedro Sánchez. De hecho, tal como avanzó EL PERIÓDICO, del grupo Prensa Ibérica, esta semana ya se han producido los primeros contactos entre Marta Rovira y Jordi Turull. Y, según apuntan desde la sede de la calle Calàbria, también ha habido ya conversaciones con el PSOE y Sumar, aunque están una fase incipiente.

Los republicanos consideran prioritario recomponer la unidad independentista para tener más fuerza negociadora en Madrid, y que se encuentren fórmulas para avanzar en la amnistía y la autodeterminación. Además, ERC también pondrá encima de la mesa de negociación el cumplimiento de los acuerdos de la mesa de diálogo de la anterior legislatura, como el uso del catalán en el Parlamento Europeo, así como el traspaso de Rodalies y una solución para poner fin al déficit fiscal. Los republicanos no quieren una repetición electoral, pero también avisan de que no piensan renunciar a estas demandas.

Autocrítica de los batacazos electorales

Por otra parte, debido a los malos resultados de las elecciones municipales y generales, tras perder cerca de 300.000 votos el 28-M y seguir retrocediendo el 23J, ERC ha empezado ya un "diálogo interno" que se alargará hasta diciembre para analizar los resultados con la militancia y evaluar si es necesario llevar a cabo cambios en la estrategia y en el liderazgo del partido.

En este sentido, se han designado hasta 80 personas de diferentes territoriales y sectoriales para que, según fuentes de la formación, lideren cinco "grandes reflexiones": analizar por qué hay una "pérdida de la confianza" de los electores, y especialmente entre el target de los "jóvenes y las mujeres"; poner sobre la mesa si es necesario hacer cambios, también si hay que modificar la estrategia comunicativa para que el "relato" llegue mejor a la ciudadanía e intentar convertir el partido en una formación "del siglo XXI".

Las propuestas que se hagan en el marco de estos diálogos con la militancia serán analizadas por la dirección a finales de año, cuando se tomarán "las decisiones que correspondan".