Aragón, fin de ruta

2023 fue un año de récord de llegadas a España por vías irregulares e inseguras, especialmente marítimas, lo cual tuvo su reflejo en el trabajo de Accem en Aragón, pues la oenegé atendió a un 37% más de migrantes y refugiados que en 2022

Unos migrantes son atendidos por Accem en Canarias, tras su llegada por mar.

Unos migrantes son atendidos por Accem en Canarias, tras su llegada por mar. / Servicio especial

Mario Gracia

La llegada de migrantes a España a través de rutas irregulares e inseguras, tanto marítimas como terrestres, experimentó el año pasado un aumento del 82,1%. Según los datos del Gobierno, en 2023 llegaron 56.852 personas de forma irregular, 25.633 más que el año anterior. El 98% lo hizo a través de las costas, y la gran mayoría arribó a Canarias (39.910 llegadas, el 72%), superando la cifra de la crisis de los cayucos de 2006 (31.678), que hasta ahora era el año que ostentaba el récord.

La violencia y la inestabilidad política y social en países del Sahel Occidental, como Mali, Guinea Conakri o Senegal, estuvo detrás del drástico aumento de las llegadas por la ruta canaria. Pero también tuvo que ver la variabilidad de las rutas, que se activan y reactivan de forma periódica, en función de las tendencias y la atención que haya sobre ellas.

Este incremento es un síntoma del convulso panorama global. Los conflictos armados, el terrorismo, las persecuciones ideológicas, la pobreza y la vulneración de los derechos más fundamentales empujan cada vez más a personas a huir de su tierra. Asimismo, según aseguran desde Accem, este aumento de llegadas también refleja “la necesidad de que existan vías legales y seguras para que, quienes huyen de situaciones de este tipo, puedan llegar a territorio español y europeo sin jugarse la vida”.

Y, a su vez, propició el mayor volumen de trabajo en la historia de esta oenegé. El año pasado, Accem dio apoyo y acompañamiento a 77.184 personas, 2.641 usuarios más que en 2022, ejercicio que estuvo marcado por las llegadas desde Ucrania y que ya había dejado las cifras más elevadas de atenciones en la entidad. En Aragón, la organización asistió a un total de 2.827 personas en 2023, frente a las 2.063 de 2022, lo que implica un crecimiento del 37%.

El auge de la ruta canaria tuvo su reflejo en las nacionalidades de las personas que la entidad atendió a lo largo del pasado año. La mayoritaria fue la senegalesa, con 13.483 usuarios, seguida de la marroquí, con 9.777, la ucraniana, con 9.498, la colombiana, con 8.273, y la venezolana, con 6.874. En 2022, sin embargo, fueron mayoría las personas provenientes de Ucrania (29.050), seguidas de las originarias de Marruecos (8.062), mientras que las senegalesas fueron alrededor de 2.500, muy lejos de la cifra de 2023.

El crecimiento del número de personas atendidas por Accem en Aragón solo se debió en parte al aumento de las derivaciones de migrantes desde Canarias, “pero no fue significativo porcentualmente”, indica Carlos Vela, responsable territorial adjunto de esta organización en Aragón. Y es que, si algo sobra en el mundo, son las emergencias humanitarias, a partir de las cuales trabaja Accem.

“Lo hicimos con Siria, Afganistán y Ucrania y, en esta ocasión, con las migraciones desde África hacia el archipiélago canario. En cualquier caso, en Aragón seguimos atendiendo a solicitantes de protección internacional llegados desde múltiples lugares del mundo”, aclara Vela; concretamente, de más de 50 nacionalidades, además de los apátridas.

En 2023, Accem apoyó en Aragón a 1.870 personas a través de su programa de Protección Internacional. Colombia fue el país con mayor número de usuarios (446). Le siguió Ucrania, con 401, y Venezuela, con 322. Mientras, en el Programa de Atención Humanitaria, en el que participaron 83 varones, las personas usuarias pertenecían a nueve nacionalidades diferentes: Burkina Faso, Costa de Marfil, Gambia, Guinea Conakry, Malí, Marruecos, Níger, Senegal y Sierra Leona.

Aunque Accem dedica la mayor parte de sus recursos y esfuerzos a la asistencia a personas migrantes y solicitantes o beneficiarias de protección internacional, la oenegé “también está implicada en la atención a otras cuestiones sociales emergentes para todo tipo de personas”, ya sean nacionales o extranjeras. En Aragón, por ejemplo, atiende a víctimas de delitos de discriminación racial o étnica, tiene un programa de sensibilización empresarial e inserción sociolaboral para personas LGTBIQ+, otro de atención psicosocial a mujeres en el centro penitenciario de Zuera y dos de orientación y mejora de la empleabilidad para colectivos vulnerables.

Encuentro de usuarios de Accem con los vecinos de Burbáguena, en 2022.

Encuentro de usuarios de Accem con los vecinos de Burbáguena, en 2022. / Servicio especial

Burbáguena revive

“Accem considera esencial el trabajo de atención a nuestros usuarios dentro de la España rural, y Aragón es un ejemplo de ello. En 2023 hemos abierto sedes en Calatayud y Tarazona”, explica Carlos Vela. “La riqueza y la diversidad cultural y social suponen una aportación positiva a lugares que sufren despoblación y envejecimiento”, señala.

Además, la integración de las personas refugiadas en entornos rurales “facilita el establecimiento de redes de apoyo con los vecinos y vecinas, ya que existe un mayor sentimiento de comunidad” que en las áreas urbanas. También favorece “su inserción laboral, en oficios y sectores tradicionales donde escasea el relevo generacional”.

“La reactivación de servicios es uno de los frutos que la labor de Accem aporta a localidades como Burbáguena”, donde cuenta con más de 20 profesionales y cerca de 80 usuarios. En solo dos años “se ha puesto en marcha la ludoteca, está a punto de reabrir la escuela y ha incrementado el consumo en el comercio local”. Y 62 de las personas que han pasado por los programas de Accem en este municipio turolense residen ahora en la Comarca del Jiloca y su entorno.