La ministra de Cultura ya tiene su denuncia. Pilar del Castillo ya no podrá repetir que nadie se ha quejado de que la Fundación Francisco Franco obstaculiza el acceso al archivo del dictador, subvencionado con dinero de su ministerio. La primera denuncia se la envió el viernes pasado el historiador Andreu Mayayo, tras constatar la imposibilidad de consultar los papeles de Franco.

Mayayo, colaborador de EL PERIODICO, relata en el escrito de queja su intento fallido de examinar los fondos del archivo, que fue motivo de un amplio reportaje publicado por este diario el pasado día 20.

El historiador destaca que sólo consiguió ver algunas fotocopias de documentos públicos y un despacho de la agencia de noticias Efe, "ya conocidos y que pueden encontrarse en los archivos correspondientes de la Administración".

SIN INDICE También explica que no se le permitió consultar el índice del archivo con el argumento de que "no existe". Y que tampoco pudo ver ninguna carta, manuscrito ni anotación personal del dictador.

Mayayo apunta en su queja que, si eso es todo lo que hay en el archivo de la Fundación Franco, está en entredicho el "alto valor histórico del fondo documental", calificación en la que se basa Cultura para subvencionar la digitalización de los legajos. Hasta ahora, las ayudas públicas destinadas a este fin suman 124.000 euros (20,6 millones de pesetas), y obligan a la fundación a permitir el acceso público a los fondos.

Además de denunciar las trabas que pone la fundación a la consulta del archivo, que contravienen el convenio con Cultura, Mayayo reclama en su queja la publicación del índice documental, así como un dictamen técnico sobre su valor real.

El pasado jueves, tras la publicación del reportaje de Mayayo, la ministra Del Castillo insistió en que nadie le había dirigido ninguna denuncia al respecto y emplazó al historiador: "Si tiene alguna queja, que nos la exponga por carta".