El Gobierno de Juan José Ibarretxe llamó ayer a los vascos a defender "con contundencia" la libertad de asociación y el pluralismo político, en alusión a la ilegalización de Batasuna, aunque eludió aclarar si promoverá alguna acción.

"La ilegalización no es la solución", dijo el portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz. Además de recalcar que la prohibición de Batasuna no conllevará ni la paz ni el fin de ETA, Imaz pronosticó que será "ineficaz" para aliviar a los que viven amenazados y que "dará oxígeno" a los que estaban "en fase terminal".

Opinó que el Tribunal Supremo "debilita" la democracia y sentenció que se "ha amputado de la sociedad" una alternativa ideológica que, aunque coincida con los fines de ETA, "no ejerce el terrorismo". Imaz confirmó que el Gobierno vasco recurrirá la ley de partidos ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

UNA ALTERNATIVA A pesar de que el PSOE se sumó a la petición para ilegalizar Batasuna, el alcalde socialista de San Sebastián, Odón Elorza, consideró ayer "conveniente" que los aberzales radicales puedan concurrir a las elecciones mediante un nuevo partido o a través de plataformas que tengan "total autonomía respecto de ETA". Así, dijo, se podría medir el apoyo que le dan los vascos.

El presidente del PNV en Vizcaya, Iñigo Urkullu, opinó que la ilegalización pretende "alterar" el mapa electoral vasco, mientras que Jaime Mayor Oreja (PP) celebró "el final de la impunidad del verdugo".

REDITOS ELECTORALES El líder aberzale Pernando Barrera cargó contra el PNV y EA, a los que tildó de "nacionalistas tibios que miran hacia otro lado y sólo piensan en réditos electorales, y lo más audaz que se les ocurre es un recurso judicial".