José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió ayer a reformar el Senado "para que sea una auténtica Cámara territorial", tal y como reclama Pasqual Maragall, así como a que algunas sedes de organismos de la Administración del Estado se distribuyan por toda España.

Además, Zapatero se comprometió a respaldar la reforma del Estatuto de Cataluña que apruebe el Parlamento catalán. El líder del PSOE, que reiteró las "numerosas coincidencias" que le unen con Maragall, lanzó el mensaje que éste esperaba para ratificar uno de sus argumentos: ningún otro partido catalán puede exhibir un respaldo tan significativo de una fuerza española a favor del nuevo texto estatutario.

El líder del PSOE describió a Maragall como un candidato que tiene el respaldo de la gente, "que se lo ha ganado a pulso", circunstancia que contrapuso a las de Artur Mas y Mariano Rajoy, de quienes dijo que han sido "designados a dedo", por parte de Jordi Pujol y de José María Aznar, respectivamente. Zapatero negó credibilidad al actual enfrentamiento entre CiU y el PP que, dijo, "no es más que comedia".

APELACION AL VOTO UTIL En el acto final de campaña del PSC, Maragall efectuó una reiterada apelación al voto útil para conseguir una mayoría "suficiente" para que se produzca un cambio sin el que Cataluña, dijo, no logrará la "plenitud democrática".

El candidato del PP, Josep Piqué, contó ayer con el apoyo de los dos vicepresidentes del Gobierno, Rodrigo Rato y Javier Arenas. Por la noche, en Mataró (Barcelona), la protesta de una veintena de jóvenes con proclamas anarquistas y contra el trasvase del Ebro fue utilizada por Rato para acusar a CiU y PSC de instigar muestras de rechazo al PP con un objetivo: "Dar la imagen de que no somos de aquí". "Nosotros trabajamos para Cataluña como el que más", apuntó.

Rato y Piqué tuvieron que entrar y salir del mitin escoltados por una decena de mossos . Los jóvenes les increparon con gritos de "fascistas" y "franquistas". En Lérida, Arenas criticó a quienes "creen que existen catalanes de primera y de segunda" y apeló a "quienes no se sienten nacionalistas" a no dejarse excluir "de la pluralidad catalana".