El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pasqual Maragall, no para de encontrar símiles para describir la crisis del 3% y sus consecuencias. Ayer, en un acto con motivo el Día Internacional de la Mujer Trabajadora que se conmemorará mañana, el president no se refirió a la necesidad de "rebajar el suflé", ni a la conveniencia de aplicar "vaselina" a las relaciones políticas, pero dijo que la escalada de la crispación política en Cataluña ha provocado que su Gobierno "se sienta a veces como una mujer maltratada".

La afirmación disgustó a algunas asociaciones feministas y fue utilizada por el líder de CiU, Artur Mas, para atacar de nuevo al dirigente.

Maragall participaba en la recepción previa a la conmemoración del Día de la Mujer Trabajadora, en el palacio de Pedralbes, junto a medio millar de mujeres, y salpicó su discurso de algunas referencias al agitado panorama político que vive Cataluña a raíz de la crisis del Carmel. Afirmó que, "más allá de insultos y querellas" la preocupación de la Generalitat se concentra sobre todo en cuestiones sociales como las que se refieren a la igualdad de sexos.

El símil entre el tripartito y las mujeres maltratadas llegó más tarde. Fue la única referencia que el presidente quiso hacer a la crisis del 3% a preguntas de los periodistas.

Enriqueta Chicano, presidenta de la Asociación de Mujeres Progresistas, calificó el comentario de "poco afortunado" porque, dijo, "la comparación no viene a cuento" y revela que se "desconocen muchas cosas". Angeles Alvarez, representante de la Red Feminista contra la Violencia de Género, fue más contundente y acusó a Maragall de "frivolizar los malos tratos".

Por contra, la presidenta de la Federación Internacional de Mujeres de Carreras Jurídicas, Angelina Uríos, consideró que la comparación utilizada por Maragall "no es desafortunada" ni es una "frivolidad". "Si el president se siente maltratado es el mejor símil que podía encontrar", afirmó Uríos, y añadió que ello "es un reconocimiento del dolor de las mujeres maltratadas".

REPROCHES POLITICOS Desde el ámbito político tampoco faltaron los reproches. El primero, el del presidente de CiU, Artur Mas, que consideró "absolutamente desafortunado" que Maragall se haya comparado a sí mismo y a su Gobierno con las mujeres que sufren la violencia doméstica. Según Mas, Maragall es el "autor" responsable de la "dramática situación" que vive Cataluña, por lo que no puede presentarse "como una víctima".

También el líder de IU, Gaspar Llamazares, le reprendió y le avisó de que "ningún sufrimiento personal" se puede comparar con "un ataque político" en democracia. Según Llamazares, el comentario "no es digno" de un presidente de la Generalitat ni de un dirigente socialista porque es, "cuanto menos, desafortunado y muy desgraciado".

SALUDO Y RESPALDO DE ZAPATERO Al margen de esta polémica, Maragall recibió el apoyo, aunque formulado de forma breve e implícita, del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Durante la conferencia del PSE convocada para aprobar su programa electoral de cara a las elecciones autonómicas del 17 de abril, y al iniciar su intervención, Zapatero saludó a los dirigentes del PSC presentes en la sala, a los que animó diciendo: "A los compañeros del PSC, adelante PSC".