José Luis Rodríguez Zapatero exigió ayer a su partido un apoyo "sin fisuras y sin matices" a Pasqual Maragall. Las "dificultades" que afronta el presidente de la Generalitat de Cataluña centraron la reunión de la ejecutiva del PSOE, que concluyó con un acuerdo "unánime" de la cúpula federal de respaldar al jefe del Ejecutivo catalán, explicó el número dos del PSOE, José Blanco.

El propio Zapatero puso la crisis catalana sobre la mesa. El líder socialista mostró una doble preocupación: por "la tensión" creada con la querella de CiU y la moción de censura del PP; y por los "errores" de Maragall a la hora de afrontar la crisis. Varias voces se sumaron a la inquietud del líder del partido, según miembros de la cúpula socialista.

RESPONDER A LOS VECINOS En su exposición, Zapatero entendió que Maragall debería "rectificar" algunas de las "actuaciones" que ha llevado a cabo desde que comenzó la crisis del Carmel. Aludiendo a las bondades del "arte de rectificar", aconsejó al president que centre su atención en "responder" a las demandas de los vecinos afectados del Carmel, y deje al fiscal y a la comisión de investigación parlamentaria el esclarecimiento de la presunta corrupción que pudo haber cometido la Administración de CiU.

El presidente del Gobierno señaló el "peligro" de que algunas acusaciones, como la del 3% realizada por Maragall, criminalicen a toda la Administración pública y hagan cundir entre los ciudadanos "el desánimo" y la "desconfianza" en las instituciones democráticas.

DISTANCIA DE MONTILLA El último capítulo de la crisis catalana, las declaraciones en las que Maragall asimiló el sentir de su Gobierno al de "una mujer maltratada", fueron muy criticadas en la ejecutiva. Varios de los presentes calificaron la frase de "muy desafortunada". José Montilla, primer secretario del PSC, aunque no asistió a la reunión, se distanció del símil desde Bruselas. Montilla atribuyó toda la "responsabilidad" de la expresión a Maragall.

La que sí participó en la ejecutiva fue Carme Chacón. La dirigente del PSC agradeció el "apoyo sin fisuras" del PSOE a los socialistas catalanes y expuso la importancia de mantener la fortaleza del tripartito catalán. Al hilo de sus palabras, el portavoz en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, resaltó la influencia que la estabilidad en Cataluña tiene para la buena marcha del Gobierno central.

ANIVERSARIO La sesión de la ejecutiva evidenció que la inquietud por la crisis catalana ha calado en el PSOE. Por eso su dirección acordó contribuir a "rebajar el clima de tensión" creado en Cataluña esta semana. Blanco confió en que el debate de la moción de censura en el Parlamento catalán "clarifique" el futuro. El PSOE espera que la crisis no desdibuje el aniversario de la victoria electoral que el partido celebrará el sábado en el comité federal.