El príncipe de Asturias pidió ayer la "unidad de todos los demócratas" y el refuerzo de la cooperación internacional para acabar con la violencia, al inaugurar la cumbre internacional sobre democracia y terrorismo que se celebra hasta mañana en Madrid con ocasión del primer aniversario de los atentados del 11-M.

Felipe rindió un emotivo homenaje a todas las víctimas del terrorismo y recalcó que "no sólo merecen cariño y consuelo, sino también respeto, dedicación y entrega solidaria a sus derechos, necesidades, problemas y anhelos". "Su memoria, inmenso dolor, inconsolable tristeza, ejemplo y valentía nos recuerdan la dimensión de la deuda que tenemos contraída con ellos", dijo.

Dedicó el Príncipe una mención especial a los 192 muertos y los cientos de heridos en los ataques del 11-M, así como a sus familias. "Nunca podremos olvidar la honda conmoción y el profundo dolor vividos, ni todos aquellos gestos solidarios y generosos que se vieron entonces en nuestra ciudad", dijo Felipe, que estuvo acompañado en la ceremonia por la princesa Letizia.

A LA GREÑA Aunque pronunciadas en el marco de un foro mundial, al que asisten una veintena de mandatarios y cerca de 200 expertos, las apelaciones del heredero de la Corona a la unidad y a una mayor atención a las víctimas tienen una lectura en el plano doméstico, donde el PP y el resto de partidos están a la greña por cuenta de la comisión de investigación de la matanza de Madrid y la Asociación de Víctimas del 11-M se queja por la utilización partidista de la tragedia.

Todos los que intervinieron en la inauguración expresaron su solidaridad con las víctimas y coincidieron en condenar sin paliativos el terrorismo. Sin embargo, sus discursos evidenciaron diferencias de matiz al abordar el fenómeno de la violencia.

"CONSENSO" El Príncipe y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, argumentaron que el terrorismo carece de justificación y apelaron a la cooperación internacional y el empleo total del Estado de Derecho para su erradicación. El secretario de Estado de Exteriores, Bernardino León, añadió a esos requisitos el "consenso" internacional.

Fiel exponente de la doctrina antiterrorista de José María Aznar, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, censuró a los "bienpensantes" que "aún creen que el terrorismo puede ser explicado". En otro frente, Fernando Henrique Cardoso, exmandatario brasileño y presidente del Club de Madrid, asociación organizadora del evento, alegó que la lucha contra el terrorismo no se puede acometer a costa de los derechos humanos ni se puede "solventar" de manera unilateral, como sucedió en Irak.