Las comparecencias del expresidente del Gobierno, José María Aznar, y del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, fueron las sesiones más intensas que vivió la comisión parlamentaria. La de la presidenta de la Asociación de Afectados del 11-M, Pilar Manjón, resultó la más emotiva. Si Aznar acusó al PSOE de haber aprovechado la conmoción social provocada por los atentados para ganar las elecciones, y repitió una y otra vez que el Gobierno no había mentido al atribuir la autoría a ETA, Zapatero le replicó, señalando que había sometido a los ciudadanos a "un engaño masivo". Manjón pidió verdad, justicia y reparación, y que no se utilice partidistamente a las víctimas.

PILAR MANJON: "Pedimos verdad, justicia y reparación"

La presidenta de la Asociación de Afectados del 11-M, Pilar Manjón, conmovió a la comisión con una intervención emocionada. Su voz se quebró en varias ocasiones. Esta mujer perdió a su hijo Daniel, de 20 años, en el atentado. Pese a ello mantuvo una gran serenidad y pidió a los partidos políticos que "no utilicen nunca más el dolor de las víctimas como arma partidaria". No fue su única petición, ya que también reclamó "verdad, justicia y reparación".

Después de preguntarse por los fallos que impidieron evitar el atentado, esta cacereña de 46 años, militante de Comisiones Obreras y empleada del Instituto de Técnica Aerospacial del Ministerio de Defensa, dijo que espera que los tribunales condenen a los autores y responsables de la masacre. Sobre la reparación del daño, aclaró que no pedía únicamente compensaciones económicas --"el dinero ni abraza ni consuela"-- sino también "que alguien pida perdón", en alusión a los gobernantes del PP.

Después de confesar que el 14 de marzo acudió a votar con su dolor a cuestas, responsabilizó a José María Aznar de no colaborar a la primera demanda de las víctimas, la de conocer la verdad. "Si sabe que los autores no estaban en lejanos desiertos, debe aportar las pruebas al juez". El expresidente había aludido durante su comparecencia del 29 de noviembre a los "autores intelectuales" de la masacre, dando a entender que podían ser españoles.

Manjón criticó el enfrentamiento político en la comisión. "Ha sido la comisión de ustedes y para ustedes", dijo, antes de reprochar las aclamaciones, jaleos y vítores en algunas sesiones. "¿De qué se reían, qué jaleaban, qué vitoreaban?", preguntó a los comisionados.

J. L. RODRIGUEZ ZAPATERO: "Participar en la guerra de Irak elevó el riesgo"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, habló sin reparos en la comisión. Acusó a José María Aznar de haber efectuado "un engaño masivo" a los españoles al culpar a ETA, por interés electoral, de una masacre que sabía que era atribuible al terrorismo islamista. Un terrorismo, precisó, que cabía esperar, especialmente después del apoyo español a la guerra que Estados Unidos desató en Irak.

"Participar en la guerra de Irak elevó el riesgo", aseguró el presidente, antes de lamentar que no se aplicaran las lógicas previsiones. "La amenaza fue claramente subestimada y no se tomaron medidas para ser más fuertes", señaló.

Rodríguez Zapatero expresó su convicción de que la retirada de las tropas españolas, que fue su primera acción de Gobierno, no había eliminado el peligro. "El riesgo sigue siendo alto y asumirlo es la mejor manera de no bajar la guardia", dijo cara al futuro.

El presidente criticó con dureza la vinculación entre ETA y el terrorismo islamista expuesta por Aznar en su comparecencia previa. "En 30 años de ETA, nunca ha habido vinculación con el terrorismo islamista", afirmó. Y añadió que "culpar a ETA entre el 12 y el 14 de marzo" supuso un engaño masivo a los españoles. Zapatero destacó que nunca hubo una línea de investigación de ETA porque todos los indicios apuntaron al terrorismo islamista.

JOSÉ MARÍA AZNAR: "El atentado buscaba un vuelco electoral"

El expresidente del Gobierno José María Aznar resistió casi 11 horas de preguntas en la comisión sin admitir las críticas a su gestión ni pronunciar una palabra autocrítica. "Si hubiera convocado las elecciones el 7 de marzo, los atentados se hubieran producido el día 4", dijo, convencido de que "los atentados no sólo buscaban víctimas, sino un vuelco electoral".

Para el expresidente, la matanza tuvo una clara intencionalidad electoral y una autoría intelectual mucho más cercana que la derivada de la amenaza de Osama bin Laden por el apoyo del Gobierno a la invasión de Irak. "Los autores intelectuales y los encargados de la planificación no andan en montañas lejanas ni en desiertos remotos", dijo crípticamente. Luego ya aseguró que "el Gobierno no mintió" entre los días 11 y 14 de marzo y que "todo apuntaba a ETA", aunque las pesquisas policiales habían descartado el terrorismo local desde la noche del 11.