El proyecto de ley de la defensa nacional, aprobado ayer por el Consejo de Ministros, refuerza la figura del presidente del Gobierno como responsable de la política de defensa y las intervenciones militares, implica a las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo y, por primera vez, implanta la "consulta previa" al Parlamento para enviar tropas al extranjero. El proyecto contiene un código de conducta "inspirado en el amor a España, el honor, la disciplina y el valor". El ministro José Bono explicó que la ley sella la "alianza" entre sociedad y Fuerzas Armadas, y destacó que ha buscado el máximo acuerdo con las fuerzas parlamentarias.

El proyecto suprime la Junta de Defensa Nacional y la Junta de Jefes del Estado Mayor. Crea, en cambio, el Consejo de Defensa Nacional, presidido por el jefe del Gobierno o del Rey cuando asista, y la presencia de los ministros de Defensa, Interior, Asuntos Exteriores, Economía y Hacienda, además de los mandos militares y representantes autonómicos y alcaldes cuando convenga.