Los bloques conservador y progresista del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) no se pusieron ayer de acuerdo para nombrar a los tres presidentes de sala del Tribunal Supremo y al del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Como ninguno de los candidatos logró el respaldo necesario --13 de los 20 votos--, el pleno del CGPJ acordó abrir un nuevo concurso para cubrir las cuatro plazas vacantes.

Los dos sectores del Consejo se acusaron mutuamente de "bloquear" la renovación de los miembros del tribunal. Desde la mayoría conservadora se reprochó a los progresistas su "falta de generosidad" por pretender una mayor representación de la que tienen en el Consejo. Por su parte, los progresistas acusaron al bloque mayoritario de no tener ninguna voluntad para realizar los nombramientos "en sintonía y orquestación con el PP".

SISTEMA DE ELECCION Esta falta de acuerdo se produce un día después de que el PP impugnara la ley del Poder Judicial ante el Tribunal Constitucional, por considerar que el nuevo sistema de elección --tres quintas partes del pleno frente a la mayoría simple exigida anteriormente-- responde a un intento de controlar la justicia. En opinión del sector conservador, la reforma legal aprobada por las Cortes a instancia del Ejecutivo socialista "ataca la independencia del Poder Judicial".